A fuego lento - Parte 1

Como lo prometido es deuda, aquí está la primera parte de este primer video protagonizado por el bello Scotty. Para levantar el ánimo en estos tiempos de cuarentena, juas. Pasen y vean.... Y, por favor, ¡quédense en casa!, stay at home!, restez chez vous!, fique em casa!, stai a casa!, оставайся дома!, quedar-se a casa!, bleib zu Hause!

¿Qué tal? ¿Cómo sobrellevan la cuarentena? Nosotros muy bien. La casa es grande y no tenemos la obligación de vernos las caras todo el tiempo, jajajajaja. Cuando la cosa se pone densa, Sony se va al cuartito de huéspedes a fumarse un porrito, Fede se encierra en su "taller de herramientas" (ese es el eufemismo que él usa para referirse al cuartucho donde acumula todas las cosas viejas que recoge por la calle con la esperanza de restaurarlas algún día), Thiaguito se calza los auriculares y pone alto el volumen para que todos escuchemos la música y yo me interno en mi reino culinario a cocinar algo rico y nutritivo. Ah, sí, porque la cocina ES MÍA. Apenas Sony tiene permiso para ingresar y preparar algo más que un café con leche. Thiago solo está habilitado para lavar la vajilla y Fede para hacer tareas de mantenimiento, juas. Si a los matrimonios tradicionales nunca les faltan argumentos para solventar la idea de lo difícil que es vivir EN PAREJA, ni les cuento el esfuerzo que nos cuesta a nosotros CUATRO defender aquello de que el amor todo lo puede, jajajaja.

Pero estamos convencidos de que es así: el amor todo lo puede. Aunque a menudo flaqueen las convicciones y nos sintamos obligados a mantener la distancia, jajajajaja.

Esto de la cuarentena es un desafío, de todos modos, y nos está enseñando a contar hasta cien antes de decir algo de lo que seguro nos arrepentiremos después, juas. Por fortuna, somos conscientes de nuestros privilegios al poder disponer de un espacio lo suficientemente grande como para poder alejarnos cuando se hace conveniente y a la vez lo suficientemente estrecho como para poder amucharnos cuando se hace necesario. Quizá la dificultad radique en decidir el cuándo para cada cosa y para cada quien. Pero es justamente entonces donde empieza a tallar el amor, que al fin y al cabo es lo único que importa. "Después del dinero que te garantice las necesidades biológicas básicas", acota Sony mientra escribo esto. Él gusta de aparentar pragmatismo si las circunstancias se edulcoran demasiado. Todo para disimular que, muy en el fondo, es una tierna. Pero sea como sea, insisto en que por fortuna disponemos de un lugar acorde a nuestros requerimientos. Y en ese sentido somos privilegiados. Piensen, si no, en todas las familias numerosas (y no tanto) que, en este mismo momento, están obligados a convivir en un hábitat de tres por tres. Este mundo es desigual y esta pandemia realza las inequidades. En un barrio y una ciudad donde el "a mí nunca nadie me dio nada" está siempre en boca de casi todos, los que tenemos la empática capacidad de ver algo más allá de nuestro ombligo tenemos también la obligación de no perder la perspectiva. Digo... Así nos evitamos el mal gusto de andar quejándonos de llenos.

"Bueno, bueno, cortándola con la filosofía barata que hay un blog para actualizar" vuelve a intervenir mi marida. Y tiene toda la razón. Como casi siempre.

Les decía antes del desvarío que hoy vengo a honrar la promesa que les hice en la anterior publicación. Hoy les traigo a Scotty Marx en un video que ya habíamos publicado en su momento, pero que quedó para siempre perdido en el limbo de los blogs censurados. Por eso lo vamos a recargar pero haciendo de cuenta que es la primera vez.

Como ya les comenté la otra vez, este es el primer video que filmara Scotty tras su llegada a San Francisco, luego de una forzada salida de su Texas natal. A juzgar por su actitud ante cámaras, el chico tenía ya las ideas muy claras porque a nadie se le ocurriría pensar en que esa fuera su primera vez. Según Fede, "el chabón coge bien pero tampoco es tan difícil". Visión con un leve toque machirulo. El "chabón" (como él lo llama) coge CON NATURALIDAD, que no es lo mismo que coger bien. Scotty coge como si la cámara no estuviera, como si el chongo con el que está fuera en verdad todo su universo de garche y no existiera en este plano astral otro tipo que pudiera satisfacerlo. Algún día me detendré a analizar con mayor profundidad el tonito (incluso despectivo) con que muchos activos dicen que un pasivo "coge bien", pero hoy el centro de atracción es, justamente, el pasivo. Incluso cuando me refiera a Elijah Alexander va a ser tan solo un comentario al pasar.

La estrella de esta escena es Scotty Marx. La excusa que desencadena la acción es casi tonta, pero él sabe (lo supo desde siempre) que, si de sexo se trata, solo hay que dejarse llevar. El sexo es como un río: puede ser turbulento, amainado, puede tener meandros y sortear escollos, pero siempre se sabe en donde desemboca.

En el caso de Scotty y el grandote pelirrojo que le hace la segunda, no lo veremos hoy pero ya sabemos cómo va a terminar todo.

Pero fíjense la excelencia que alcanza la participación del morochito que ni siquiera necesitará chupar una verga para ponernos a tope. Tal vez cometa un innecesario spoiler pero en este video todo es pura promesa. No sucede nada de lo que uno querría que sucediera. Tan solo se sugiere, se da a entender que todo lo que uno espera, todo lo que uno necesita ver, va a suceder en el próximo episodio. Aun así, uno se calienta. ¡Y los protagonistas ni siquiera se tocan! Este video es la quintaesencia de la paja. No lo duden. Y como tal, por más que uno desagote su calentura como también lo hace Scotty en el quicio de ese ventanal (una acabada verdaderamente formidable), todo tiene gusto a poco y se hace imprescindible ver cómo continúa.

Es entonces cuando intervenimos nosotros y les hacemos otra promesa: la próxima tendrán la segunda parte, juas.

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