miércoles, 5 de enero de 2022

Mi amor por el aloe-vera


Un nuevo episodio (inédito hasta hoy), correlativo con Un poco de satisfacción. Una parte de mi historia que nunca había contado. Pasen y lean.

Cuando uno es chico, lo habitual es no saber. ¿No saber qué? ¡Pues nada! O casi nada. Durante la infancia y la adolescencia, casi todo está por descubrirse. Y en una situación límite, la necesidad de ciertos descubrimientos puede ser vital.

Bueno… esto es un poco dramático. Lo admito. Pero las circunstancias en las que yo me hallaba en aquel sábado 22 de diciembre de 2001 eran muy especiales.

Ya les conté con detalle las diversas peripecias que me habían llevado hasta la cama de Marcos en aquella semana trágica para la Argentina, en la que el país se derrumbó.

Luego de nuestro revolcón del viernes, regresé a casa como en un ensueño. No niego que, hoy en día, experimento cierto sentimiento de culpa al rememorar aquella sensación de plenitud en medio del desastre que me rodeaba. Al salir de la casa de Marcos, caminé hasta la parada del colectivo. Eran solo tres o cuatro cuadras, pero las hice bien despacio. Estaba claro que, lejos de Marcos, la magia se disipaba y regresaban mis dolores.

Tratando de controlar la inflamación del pie, a pesar del intenso calor, me había calzado zapatillas de cuero y parecía que la táctica estaba funcionando. Pero la inflamación anal era algo muy distinto. Sobre todo si consideramos el hecho de que me había dejado coger como si mi culito hubiera estado fresco como una rosa. Sin embargo, lo peor todavía no había llegado y aquella corta caminata todavía era soportable.

En el centro de La Plata (otrora, ciudad pacífica por antonomasia) todavía había disturbios. En la esquina de donde yo esperaba el colectivo había una sucursal de un banco y un gran número de clientes protestaban por lo que consideraban (y, en efecto, era) una estafa del sistema bancario. La mayoría de los negocios de la zona comercial estaban cerrados y los pocos que funcionaban atendían a la clientela con las persianas bajas. El Mc Donnald’s en el que había conocido a Marcos el día anterior parecía clausurado y sobre su fachada habían escrito con pintura de aerosol varias frases que se hicieron célebres en esa época. En grandes letras rojas podía leerse la más icónica, “Que se vayan todos”, y un poco más discretamente, en una de las esquinas inferiores “Piquete y cacerola la lucha es una sola”. Todavía quedaban un par de horas de sol y la imagen de aquella avenida convulsionada, en medio de mi insólita ensoñación, tenía una belleza disruptiva.

En la esquina de mi casa, en cambio, el único indicio que daba testimonio de las protestas de la noche anterior eran las cenizas de la fogata que los vecinos habían encendido a causa de su indignación. Por lo demás, paz absoluta. No se escuchaba ni el ladrido de los perros.

¿Dónde estabas?fue el saludo de bienvenida de doña Elena.

Por si alguno llega a suponer que el timbre de su voz denotaba cierta preocupación, aclaro que no. Su tono era más bien de reproche. Y sus palabras siguientes reafirmaron lo que digo.

¿Alguna vez vas a tomar conciencia de que no vivís solo y de que tenés que decirme cuándo y dónde salís?

Y remató con una de sus frases predilectas:

Cualquier cosa que te pase es mi responsabilidad… ¡caramba!

Doña Elena era incapaz de decir una palabrota. De ninguna manera hubiera dicho “carajo”. Pero el vocablo estaba igualmente en su repertorio. Porque, antes de decir “caramba”, hacía una pausa, como si tuviera que hacer un esfuerzo mental para reprimir la grosería.

Salí a caminar un poco. ―fue mi única respuesta mientras subía la escalera hacia mi cuarto.

― ¡¿A caminar?! ―puso el grito en el cielo― ¿Vos no sabés las cosas que están pasando? Inconsciente como tu padre… ¡Eso es lo que sos!

No era frecuente que hiciera referencia a mi padre, pero siempre que lo hacía era con intención denigratoria. Era su modo de decirme estúpido, ignorante o mala persona. Siempre desde una actitud de víctima.

Alguna vez leí sobre un rey del medioevo que, obsesionado por su temor a ser envenenado, ingería a diario pequeñas dosis de distintos venenos con el objeto de adquirir inmunidad. Ignoro cuál fue el final del monarca pero su estrategia no me parece descabellada y la asocio de algún modo a mi conflictiva relación con doña Elena. Con el pasar de los años ambos llegamos a desarrollar cierta inmunidad contra los dichos del otro. Pero todo lleva tiempo, de manera que aquella tarde, si bien mi primera reacción ante la mención de mi padre fue la de dirigirle solo una mirada fulminante antes de seguir subiendo la escalera, tres o cuatro peldaños más arriba, sin detenerme ni voltearme, le respondí:

― Nunca conocí a ese señor pero, a juzgar por lo que me cuentan, parece un tipo inteligente.

Obvio que ella no se quedó callada. Siguió despotricando y lo último que escuché, antes de cerrar la puerta de mi habitación, fue algo referido a Dios y al infierno. “Cuento viejo” pensé antes de desplomarme en la cama y caer, casi de inmediato, en el más profundo de los sueños.

Desperté en la madrugada del sábado veintidós. Estaba al palo.

              

              

Me recuperé por completo de la somnolencia justo en el momento en que la contracción refleja de los músculos bulbocavernosos obligaba a mi pene a sacudirse. Y algunos se preguntarán qué tiene que ver una cosa con la otra pero es que, a raíz del suelo pélvico y esas cosas que tenemos por allá abajo, cuando a uno se le para el pito también se le frunce el culo. ¡Y ahí fue cuando me desperté de golpe! Fue como si me hubieran dado una puñalada en el ojete. ¡Y no es metáfora!

De allí en más, el dolor del pie fue historia. Lo seguí curando diariamente hasta que la herida cicatrizó por completo, pero ya no le di importancia. El dolor del culo, en cambio, fue un poco más persistente y concentró mi atención hasta pasada la navidad. Era un padecimiento extraño que, por momentos, se manifestaba como un mero pinchazo y, de repente, explotaba como un ejército de abejas aguijoneando al unísono. Y cuando no dolía, quemaba. Ese ardor provocado por la inflamación no cesaba.

Sin embargo, ya había comprobado que la aplicación de hielo no daba buen resultado. Paradójicamente, en internet me anoticié de los beneficios de los baños de asiento con agua tibia. Algunas páginas recomendaban también el uso de hojas de malva. Pero a mis quince años, la botánica no era mi fuerte y no tenía idea de dónde podía conseguir ese ingrediente (confieso que esa situación no ha variado mucho con el paso de los años). De modo que, siendo la madrugada y disponiendo de un bidet, opté por darle una oportunidad a los baños de asiento.

Aclaro, para quien no lo sepa, que un bidet (o bidé) es un accesorio sanitario parecido a un inodoro, que (al igual que éste) se instala en los cuartos de baño y cuenta con una instalación de agua corriente y desagüe. Se diferencia del inodoro por su función: el bidet está diseñado para el aseo de la zona perineal y anal. Para ello, cuenta con una taza donde puede acumularse el agua, pero lo más característico es el dispositivo interno que le permite lanzar un chorro de agua vertical desde el fondo de la taza hacia arriba, el cual es utilizado para el aseo del ano. ¡El bidet es uno de los grandes inventos de la modernidad! Incluso hay quien lo utiliza como estímulo erótico, juas.

No era esa mi intención en aquella madrugada. Aunque su uso sí me generó un cierto bienestar, por más que solo fuera momentáneo. El contacto con el agua tibia ciertamente disminuyó la inflamación. Pero estaba claro que no se trataba de una solución para mi problema.

Un poco más repuesto, regresé a la computadora y seguí en mi pesquisa. Recuerden que, por aquellos años, los buscadores de internet no eran lo que son hoy. Google era apenas uno de los tantos sistemas de búsqueda y la información en línea no era ni por lejos todo lo vasta que puede ser hoy en día. Pasé un par de horas frente a la pantalla y, cuando ya estaba a punto de dejarme vencer nuevamente por el sueño, encontré una publicación donde se daban consejos para quienes padecen hemorroides. Errado o no, supuse que esa información podía serme de utilidad. Al fin y al cabo, los que sufren de hemorroides también andan con el culo en flor.

Entre otros tratamientos que no captaron mi atención, se recomendaba utilizar gel a base de algo llamado sábila y daba una receta casera para prepararlo. Pero recordemos que yo tenía tan solo quince años y, por muy despierto que fuera, carecía de experiencia, destreza y voluntad para iniciarme en el arte de la preparación de ungüentos. Tan solo quería que mi culo se curara para volver a la cama de Marco (que, por más que tuviera el culo roto, no crean que lo del sexo se me había olvidado). Tampoco tenía idea de lo que pudiera ser la sábila. Hasta que una imagen me puso al tanto de lo que, de allí en más, se transformaría en mi planta favorita.

La sábila resultó ser, ni más ni menos, una planta abundante en los jardines argentinos. En nuestro país es raro encontrar un jardín en el que no haya una plantita de esas, por pequeña que sea. Pero aquí la llamamos aloe-vera.

Ya en aquellos años había un político al que se lo apodaba “aloe-vera” porque, cuanto más lo investigaban, más “propiedades” le encontraban, juas. Porque el aloe sirve para casi todo lo que esté vinculado al cuidado de la piel y las mucosas. Tiene unas hojas carnosas y en su interior posee una gelatina verduzca que muchos consideran una sustancia mágica.

La identifiqué apenas la vi.

En nuestra casa no teníamos un jardín propiamente dicho. Tal vez en un pasado sí, pero lo que antiguamente pudo ser un espacio verde había sido cubierto con baldosas decoradas que lo habían transformado en una especie de patio frontal que no guardaba lógica ni función. Pero nuestra vecina sí tenía jardín y su jardín, una enorme planta de aloe-vera, justo al alcance de la mano tras la reja que delimitaba la propiedad. No sería nada difícil robarle algunas hojas.

Ya estaba amaneciendo. Salí de casa con sumo sigilo para no despertar a doña Elena. En la calle, el calor se mitigaba con el soplo de una brisa casi imperceptible pero efectiva. Tal como había supuesto, alcanzar las hojas a través de la reja fue sencillo. Pero no tanto arrancarlas. Como dije, era una planta enorme, sus hojas muy gordas y yo no había llevado ninguna herramienta que pudiera serme útil. Aun así, me las ingenié para romper un trozo bastante considerable, que de inmediato me babeó la mano con su melaza verde. En días posteriores regresaría por más, pero con la precaución de llevar un cuchillo.

Una vez en mi cuarto, cerré la puerta con llave, me quité la ropa, partí en dos el trozo de la planta y procedí a untarme los dedos con su baba, para luego, sin más ni más, embadurnarme el culo con esa sustancia que yo esperaba milagrosa.

Tuve suerte. Hoy sé que tal imprudencia adolescente, fruto de la inexperiencia y la ansiedad, no tuvo consecuencias perjudiciales, como pudo haber sido una infección, una reacción alérgica o una irritación aun peor que la que ya tenía. En realidad no tenía noción de lo que estaba haciendo, pero sí la certeza de que cualquier cosa era mejor que no hacer nada. Tuve suerte.

La primera sensación de alivio llegó con la frescura generada por el gel. Eso fue casi instantáneo y por supuesto que me cambió el ánimo. Las punzadas de dolor persistieron pero el ardor fue cediendo. Sobre todo después de que me echara sobre la cama, boca abajo y abriéndome las nalgas con ambas manos.

En eso estaba cuando me quedé profundamente dormido una vez más.

              

              

              

Volví a despertar a media mañana. El dolor persistía pero podía percibir (o quería percibir) que la inflamación había disminuido ligeramente. Con ayuda de una trincheta, corté otro pedazo de aloe, volví a untarme el ano con el gel de los milagros y regresé a la cama. Me sentí animado. Casi feliz. Y con renovadas ganas de reencontrarme con Marcos… Aunque no fuera prudente.

Pasado el mediodía, las ganas eran ya una necesidad. El recuerdo del cuerpo y de la verga de Marcos había vuelto a ser una obsesión. Una obsesión que, aun a la distancia, me inflaba la entrepierna y me atizaba el trasero. La erección era una ineludible señal de alarma. No debía siquiera pensar en volver a tener sexo. ¡Pero moría de ansiedad! Tenía que haber algún modo… pero no fui capaz de hallarlo. Lo único que se me ocurrió fue compartir la ansiedad y la incertidumbre.

Rato después, aprovechando que mi madre había salido, yo ya estaba nuevamente en la calle. Pero antes de encaminarme hacia la casa de Marcos, opté por buscar un teléfono público y llamarlo para ponerlo al tanto de la situación.

― ¡¿Cómo que no vamos a coger?! ―fue su reacción.

― No, boludo. Tengo el culo hecho bosta. Me duele.

Hubo entonces un silencio incómodo.

― Pero en la boca no tenés nada…

― No.

― Entonces pintó mamada.


              

              

En los años subsiguientes, esta se convertiría en mi frase hecha preferida para circunstancias en las que uno debe conformarse con un bien menor.

En el país, todo seguía igual. Para una crisis no hay fines de semana. Protestas callejeras y caras largas por todos lados. En el colectivo, nadie hablaba de otra cosa que no fuera la crisis y un par de tipos casi se agarran a las piñas por cuestiones de política. Yo, en cambio, solo podía pensar en Marcos y su entrepierna.

Cuando bajé del colectivo, quedé en medio de un grupo de manifestantes que estaban siendo dispersados por la policía. Una anciana cubierta en sudor se colgó de mi hombro para no caer al suelo. Llevaba en la mano un letrero de cartón en el que se leía “Devuélvannos la plata”, en cursiva y con una caligrafía manuscrita y desprolija. Apenas si se fijó en mí y, apenas recobró el equilibrio, siguió gritando sus consignas incendiarias a voz en cuello, como si nada hubiera sucedido. Y así era: nada había pasado porque en su realidad desesperada, la posibilidad de caer al suelo y ser pisoteada por la multitud no representaba un destino peor al que ya estaba expuesta. El resto de los allí presentes compartían la indignación, la desesperación y la temeridad de quienes no tienen nada que perder, enfrentando a los uniformados como si de ello dependieran sus propias vidas. Y en medio de toda esa marabunta, yo solo podía pensar en coger. En hallar el modo más rápido de huir de allí y llegar a casa de Marcos para coger. O algo que se le pareciera, dado el estado lamentable de mi anatomía anal.

Con algo de dificultad, me fui escabullendo entre la gente en dirección contraria al frente de disputa entre manifestantes y policías. Recibí algún golpe involuntario por parte de personas que gritaban desaforadas y sacudían sus pancartas con violencia y sin control. Hubo alguno que saltaba como un poseso y cayó con todo su peso sobre mi pie herido. Vi las estrellas pero seguí escurriéndome entre la muchedumbre.

Al llegar a la esquina, por fin pude salir de aquella locura. El movimiento en las calles laterales era casi inexistente y los ecos de la revuelta fueron quedando atrás a medida que me alejaba de la avenida.

Toqué timbre en lo de Marcos y, para mi sorpresa, fue Felipe hijo el que abrió la puerta.

Quedé deslumbrado. El chongazo estaba allí, frente a mí, más gigante aun de lo que lo recordaba, portando tan solo un pantaloncito de baño y ojotas blancas que resaltaban aún más el bronceado de su piel. La camiseta, también blanca, la llevaba en la mano. Me miró como quien mira una babosa y, sin quitarme los ojos de encima, gritó:

― ¡Che, acá te buscan!


              

              

Mi llegada había coincidido con el momento en el que él se retiraba. La escena duró unas milésimas de segundo, pero la recuerdo en cámara lenta. Cada detalle y cada sensación. Luego de anunciarme, pasó a mi lado, tan cerca de mí que pude percibir el aroma de su piel e incluso descubrir cómo brotaban las incipientes gotas de sudor tras el primer contacto con la luz del sol. Con un simple movimiento, habría podido (y deseado) rozar los músculos de su pecho y de su abdomen con la yema de mis dedos, pero una afortunada conjunción de cobardía y prudencia contuvo mis impulsos. De todos modos, su cercanía me perturbó e inconscientemente giré sobre mis talones para contemplar la belleza de su espalda a medida que se alejaba. Una voz que pronunciaba mi nombre llegó a rescatarme.

Era la madre de Marcos, que me invitaba a pasar.

― ¿Cómo va ese pie? ―preguntó amablemente.

― Muy bien. ―le respondí― Ya casi no duele.

― Es que ustedes, los jóvenes, tienen un metabolismo muy rápido y todo se cura en la mitad del tiempo. A una persona de mi edad no le sucedería igual…

Mientras ella parloteaba, vi a Marcos en el fondo de la casa, junto a la puerta de su habitación, haciendo señas para que fuera a su encuentro. Al igual que su hermano, estaba semidesnudo y la espiga de su cuerpo parecía mucho más atractivo a la distancia. La madre también lo vio y sonrió. Sin que yo pudiera explicarme cómo lo había hecho, tenía entre sus manos una bandeja con una jarra de jugo helado y dos vasos.

― Tu amigo te espera… ―y en referencia a la bandeja― ¿La podés llevar vos o te acompaño?

― No, no. Yo la llevo. Muchas gracias.

Y así me encaminé hacia la habitación de Marcos con la bandeja en las manos, mientras la madre comentaba sobre la intrepidez de los jóvenes que, a pesar de los disturbios, salen a la calle.

Impaciente, Marcos fue a mi encuentro y tomó la bandeja.

― Para acelerar el trámite. ―me dijo guiñándome un ojo.

Una vez en el cuarto, dejó la bandeja sobre el mueble de la computadora y se abalanzó sobre mí. Me abrazó y me besó con desesperación. Pero cuando empezaba a manosearme, cuando sus dedos se encaminaban inexorablemente hacia mis nalgas, tuve que detenerlo.

― ¡No! ¡Ahí no! Hoy esa zona está prohibida.

Traté que el tono de mi voz no sonara dramático, pero lo decía en serio. Él lo comprendió.

― Perdón… Me dejé llevar.

Y sin pérdida de tiempo se bajó los pantaloncitos que llevaba puestos, dejando expuesta su pija a media asta.

― Pero chuparla sí podés, ¿no?

Imagino que mi sonrisa debe haber sido lo suficientemente luminosa y amplia como para sosegar su incertidumbre. Sin mediar más diálogos, me hinqué frente a él y, apoyándome en mis muslos, rocé su glande con la punta de mi lengua. La verga dio un respingo y Marcos reprimió un graznido. En pocos segundos, la pija ya estaba dura como roca. Yo seguí lamiéndola sin prisa, deteniéndome en cada pliegue de su prepucio y en cada ondulación de su frenillo. Él movió su cadera hacia delante con el propósito de metérmela en la boca, pero yo me hice hacia atrás y, con una nueva sonrisa, le di a entender que todavía tendría que esperar para eso. Si íbamos a prescindir de la penetración, había que actuar de modo que el peligroso viaje hasta su casa valiera la pena. Descubrí así nuevas maneras de disfrutar de una verga. El simple hecho de contemplarla tan de cerca me generaba una satisfacción indescriptible. La habitación era muy luminosa y podía distinguir tanto las pequeñas irregularidades de su piel como el impactante lustre de la superficie del glande hinchado de sangre. Fui capaz de percibir la tenue supuración de presemen por el hoyito de la punta y recogerlo delicadamente con la punta de mi lengua. Para su desesperación, pero también para el regocijo de ambos, durante largo rato, ese fue el único contacto entre nuestros cuerpos. El calor de mi aliento exigía al máximo la sensibilidad de aquella carne ansiosa por mayores goces. Pero la flexibilidad de mi lengua tenía todavía muchos recursos antes de lanzarse abiertamente a la conquista de aquel falo que no deseaba sino rendirse. Las lamidas fueron extendiendo poco a poco su campo de acción. Gracias a una contorsión muy difícil de explicar con palabras, aliento y lengua se desplazaban a lo largo de la uretra, o como se llame esa especie de tuvo que sobresale en la parte inferior cuando se produce la erección. Marcos se esforzaba por contener los gemidos y en algún momento intentó forzarme a tragar la verga. Intentos que frustré elegantemente. Poco a poco fue cubriendo su pene con mi saliva y, recién cuando lo consideré oportuno, extendiendo mi lengua por debajo, introduje su glande dentro de mi boca, pero poniendo cuidado en no tocarlo con los labios. Para ello, tuve que abrir muy grande las mandíbulas, una exigencia que no había intentado con anterioridad. Había visto esa maniobra en una porno del Bello Amigo y supuse que debía dar muy buenos resultados. Y no me equivocaba. Marcos no pudo evitar el quejido de placer e intentó otra vez clavarme la pija a fondo. Mis buenos reflejos me permitieron retirarme a tiempo y volver a probar la táctica, una y otra vez, hasta que Marcos se resignó a disfrutarla sin trampas. Claro que, para alcanzar esa tregua, fueron necesarios algunos silenciosos forcejeos previos y que la distancia entre los cuerpos quedara garantizada por la fuerza de mis manos alrededor de sus muñecas. Era una batalla de placer.

― Me estás enloqueciendo. ―gruñó mordiendo cada palabra.

Yo no encontraba límite a mi disfrute. Con la lengua exploré cada una de las venas de su pene, todas a punto de estallar. Y cuando decidí que era hora de unir los labios a la tarea, me di cuenta de que la eyaculación ya era inevitable. Apenas rodeé la cabeza con mi boca, un chorro de semen se estampó contra la campanilla de mi garganta y Marcos gritó sin miramientos. En sucesivos espasmos, mi boca se inundó de su leche agridulce, al tiempo que su cuerpo se tensaba más y más. Pero el buen momento tuvo un final abrupto.

              

              

― ¡Mar…! ¿Qué pasó? ¿Qué fue ese grito?

La madre se acercaba y Marcos se apresuró a subir sus pantaloncitos mientras yo limpiaba algunas gotitas de semen que habían escapado de mi boca. Pero la erección de Marcos era indisimulable y al oír la voz de su madre al otro lado de la puerta se puso pálido.

― Hijo, ¿está todo bien?

En esa familia se respetaban las normas básicas de convivencia y la madre no abrió la puerta compulsivamente (cosa que sí hubiera hecho doña Elena en su lugar).

― Tranquila, ma. Todo está O.K. Solo fue un susto porque casi se me cae la jarra de jugo al suelo por accidente.

Hay personas que, presionados por la inmediatez, son incapaces de improvisar una buena excusa. Marcos estaba entre esas personas, pero de todas maneras su explicación forzada funcionó.

― Ah… Bien… Tené cuidado de no manchar la alfombrita, que hace apenas una semana que la envié a la tintorería.

La alfombrita a la que se refería era un pequeño tapete, bordado en rojo y blanco, que estaba a los pies de la cama de Marcos, justo debajo de donde nosotros nos encontrábamos. Efectivamente, se lo veía impecable… salvo por esa gota de leche que acababa de caer durante nuestro “accidente”.

Tras el incidente, Marcos se tumbó sobre la cama. La erección persistía por debajo de la tela. Yo me tumbé a su lado y descorrí el borde de la prenda hasta liberarla. Me metí la pija en la boca y la chupé con detenimiento, como si estuviera limpiando los restos ya inexistentes de semen.

― ¿Ahora te la comés, pedazo de turro?

Le dediqué una mirada burlona y le lamí la verga desde la base hasta la punta con gesto exagerado.

― Es que me pareció que con las lamidas no estabas disfrutando…

Nos reímos y jugueteamos un rato sobre la cama. Cuando nos acordamos de la jarra, el jugo todavía estaba fresco y repusimos fuerzas.

Su erección todavía no se había disipado del todo. Volvió a desnudarse y sacudiéndose la verga me invitó con la mirada.

― ¿Te animás a ponérmela dura otra vez?

Era obvio que sí. Los desafíos nunca me acobardan.

Se la comí con ganas. Como si la boca fuera capaz de suplir mi necesidad de sentirla entre las nalgas. Esta vez usé todo lo que tenía disponible. Lengua, boca, manos y el resto de mi cuerpo. Salvo el culo. En el transcurso de la tarde le haría la paja hasta con los pies.

― Cuando te vuelva a coger voy a ser más cuidadoso. ―prometió.

Lo miré detenidamente buscando un destello de ironía. Pero parecía sincero.

― A mí me gustó cómo lo hiciste…

― ¡Pero te rompí todo!

Era cierto y, aun así, me alcé de hombros.

― ¡Pero me gustó!

Se la seguí chupando mientras él meditaba.

Después de la segunda eyaculación, como si fuera un gesto más de nuestra vida cotidiana, me desnudé, me tendí a su lado y nos quedamos largo rato en silencio.

― ¿Ahora te duele? ―preguntó de repente.

― Un poco…

― ¿Un poco “mucho” o un poco “poco”?

― Un poco “poco”.

― Deberías ir al médico…

Lo miré con horror fingido.

― ¿Y qué le voy a decir? ¿Vengo a verlo porque mi novio me rompió el ano?

Lo dije sin pensar.

Ambos quedamos en silencio durante unos microsegundos que a mí me parecieron horas.

― No somos novios. ―dijo él finalmente, sin darle importancia a la expresión.

― ¡Claro que no! ―me repuse― Pero dicho así da la impresión de que soy menos puta.

― Pero lo sos… ―replicó con la sonrisa más amplia que le conocería.

― Y por eso me querés dar leña todo el tiempo.

Él se quedó pensativo sin perder la sonrisa.

― En momentos como este uno quisiera no ser tan educado…

Y echándose sobre mí, me abrazó y me propinó una catarata de besos.

― Pero ojo que, si esto sigue así, me convierto en un violador serial en cualquier momento.

― ¡Voy a necesitar un bosque de aloe-vera entonces!

Y fue así como tuve que explicarle el tratamiento.

― ¡Acá tenemos esa planta! ―dijo y al instante se calzó los pantaloncitos y salió del cuarto.

              

              

Un rato después regresó con unas hojas bien gordotas de aloe-vera.

― Preparate que te voy a hacer las curaciones.

Yo pensé que se estaba burlando pero lo decía en serio… O al menos eso me pareció…

Puso las hojas sobre el escritorio y, usando una trincheta, abrió una de ellas en forma longitudinal.

― Mi vieja la utiliza para las quemaduras y para las heridas… Es raro que el otro día no la haya usado para curarte el pie… Dale… ponete en cuatro, jajajajaja.

¿De verdad hablaba en serio?

Cuando le hice caso, se plantó delante de mí, se bajó los pantalones y me ordenó:

― Chupala hasta que se ponga dura de nuevo.

¡Listo! Todo era una artimaña para reiniciar la acción.

Le seguí el juego y la pija se le paró bastante rápido.

― Ahora sí… ―dijo entonces― Es momento de hacerle sana-sana a ese culito.

Mi alarma se encendió cuando vi que empezaba a embadurnarse la verga con el gel del aloe. “¿Este pelotudo se piensa que no me va a doler si me la mete con esa cosa?”, pensé.

― ¡Ni sueñes con que me vas a culear! ―le advertí― ¡Ni aunque te bañes en aloe!

La sonrisa no se la borraba de la cara mientras seguía pintándose la pija con la parte interna de la hoja.

― Ah, un paciente problemático, ¿eh? Vamos, no seas ñoño y mostrame el culo. Vas a ver que mis técnicas curativas van a ser un éxito.

En su actitud no había ni un atisbo de amenaza y eso me confundía. ¿Qué era lo que pretendía? ¿A qué estaba jugando? Con mucho recelo, hice lo que me pedía.

― Ufffff… es cierto que este culo está hecho pelota… Mea culpa… Pero vamos a ponerle remedio.

Se puso de rodillas en el suelo. Mi culo quedó a la altura de su rostro. Se inclinó hacia mí y me besó las nalgas con suavidad. Luego les dio unas lamidas y se puso nuevamente de pie. Entonces comprendí qué era lo que se proponía.

― Tranquilo que no te voy a hacer daño…

Me hablaba como se le habla a un caballo salvaje antes de montarlo.

Apoyó su glande cubierto de aloe entre mis nalgas y con movimientos circulares fue untando la zona con su peculiar pincel. Cuando rozó el ano me estremecí súbitamente, pero él me calmó asegurándome que no intentaba meterla. Y no la metió. Haciendo gala de una extraordinaria suavidad y usando todo su pene, solo masajeó mi culo con su pija curativa. Después de un rato, al escasear la tan peculiar lubricación, se echó sobra la cama boca arriba y volvió a embadurnarse. Me invitó a montarme sobre su vientre y a que fuera yo mismo el que realizara la aplicación. Con mucho cuidado y mayor excitación, empecé a mover mis caderas de modo de aprovechar cada gota del aloe disperso a lo largo de su falo.

¡Fue una experiencia increíble!

Increíble y también dolorosa. Yo también estaba excitado y, por tanto, erecto. Como ya dije y saben, los músculos de la zona trabajan en conjunto y, cada vez que se contraían los que provocan la erección, también lo hacían los de mi ano, con lo cual el placer no estuvo exento de padecimiento. ¡Pero valió la pena! ¡Sin duda! Tanto que, en el clímax, regué su pecho con mi semen más espeso y mis lágrimas más saladas. Pero ese fue un detalle que me guardé para mí.

Luego volvimos a abrazarnos y a besarnos casi con ternura. Los silencios después del goce se nos habían hecho carne y, después de media hora de quietud absoluta, creí conveniente romper con ese ambiente tan apacible.

― Si querés que te la chupe de nuevo más vale que te la laves… esa baba le debe haber dejado gusto amargo…

Me miró con desconfianza.

― ¿Me la querés chupar otra vez?

Alcé los hombros e hice un gesto de “quién sabe”.

Cuando regresó del baño con la pija limpia se la volví a chupar y así, los dos contentos.

       





Si ves algún enlace caído, avisanos para poder reponerlo. Gracias.


5 comentarios:

  1. Precioso relato ZekY's !!! Como siempre una obra de arte. Me a sorprendido mucho que un chiquillo de tu edad, de "CIUDAD", sin conocimiento alguno de botanica llegaras a discurrir sobre el uso del Aloe Vera con un simple apunte del arcaico internet de aquellos años... Yo que me he medio criado en un pueblo, y desde niño han enseñado el uso de las plantas medicinales de la montaña, tambien tenia mi formula magistral para las irritaciones, quemaduras, y demas problemas cutaneos... Yo en mi caso, todos los años, durante las vacaciones de verano, llenaba un tarro con una mezcla de flores secas de Lavanda, Rosa, Calendula y Manzanilla, y las maceraba un par de meses en Aceite de Oliva, que despues filtraba para usarlo durante todo el año como remedio para todos los descalabros cotidianos ( los de ojete incluidos ) con sorprendentes resultados jajajaja.

    Besitossss !!!!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Tampoco es que haya hecho nada extraordinario. Solo corté la hoja y me embadurné el trasero con el gel natural, así como salía de la planta jajajajaja. Ninguna preparación ni ninguna maceración jajajajaja.
      Después de terminar el relato me acordé de que también había probado con barro, pero eso solo me refrescaba momentáneamente pero no me curaba la inflamación. El aloe fue mucho más efectivo.

      Borrar
  2. UNa autentica lección de medicina natural. Como siempre quedé prendado de tu narración. La quiero volver a leer con más calma. Si veo algo nuevo ya lo comentaré.

    Besos y abrazos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Lección fue el comentario de Juanjo!!!! juas.
      Él sí que sabe cómo hacer las cosas bien en estos casos.

      Borrar

Ponelo con ganas

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

SeXXXiones

69 (1) 8teenBoy (2) Abdominales (7) Abel Lacourt (1) Achillias (3) ActiveDuty (1) Actores (7) Actores porno (403) Actualidad (2) Adam Archuleta (10) Adam Awbride (1) Adam Baer (2) Adam Bryant (1) Adam Jakubowsky (1) Adam Pick (1) Adrian K (3) Adrian Sotiris (1) Adrian TBW (4) Ahsim Ninuka (1) Aiden Garcia (1) Aiden Ward (3) Aiden&Matty (1) Alam Wernik (6) Alan Carly (1) Alan Connery (1) Aldo Belucci (1) Alec Loob (1) Aleksandar Rusić (1) Alemanes (1) Alessandro Katz (3) Alex Chandler (1) Alex Faux (3) Alex Montenegro (1) Alex Orioli (1) Alex Petersen (2) Alex Riley (1) Alexander Muller (1) Alfie Renoid (3) Alfie Wood (3) AllAmericanGuys (1) Allan Aimee (1) Allan Backer (3) Allen King (3) Amateur (1) Amico (TBW) (1) Amor (4) Anah Amory (1) Andre B (4) Andre Boleyn (1) Andre Donovan (1) André Ziehe (1) Andreas Fault (1) Andrei Karenin (3) Andrej Lasak (1) Andrew Callahan (1) AndrewChristianUnderwear (11) Andy Taylor (1) Angel Cruz (2) Angel Diaz (1) Angel Rivera (8) Animales (3) Anthony Carter (1) Anthony Romero (2) Año Nuevo (5) Apolo Fire (1) Aportes Bananeros (1) Aportes de Angelito (3) Apple Graceffa (1) Arad (5) Arad Winwin (6) Argentino Básico (3) Argentinos (24) Ariel Vanean (2) Arte (49) Arthur Boy (1) Artistas (1) Arturo de Cordova (1) Asher (1) Ashton Summers (2) Asiáticos (24) Aslan Brutti (1) Atléticos (8) Atticus Aron (1) Augusta Alexander (1) Austin Armstrong (3) Austin EB (1) Austin Waitie (1) Austin Wilde (1) Austin Young (2) Austríacos (1) Autofelatio (1) Avery Jones (2) Axel Brown (2) Ayor (4) BadPuppy (4) Bailarines (2) BAM (1) Bananas (Serie) (1) Baptiste Garcia (1) Barbas (1) BarebackLatinoz (1) BareTwinks (1) Bastian Karim (5) Bebotes (256) Belleza (351) Ben Lamar (1) Ben Masters (1) Benjamin Bloom (2) Benjamin Dunn (1) Benn Heights (1) Beso negro (2) Besos (2) BigDaddy (2) BiLatinBoys (1) Billy Montague (2) Billy Taylor (4) Björn Gedda (1) Blake (SC) (1) Blake Mitchell (10) Blake Stone (1) BlakeMason (1) Blanco y negro (22) Bob Durant (1) Bogdam Timchenko (1) Bondage (2) Borek Sokol (2) Boris (BD) (1) BoyFun (5) Brad Chase (2) Brad Fitt (6) Brandon Foster (3) Brasileños (17) Brenner Bolton (1) Brent Corrigan (2) Brent Everett (1) Británicos (16) Brody Wilder (3) BrokeStraightBoys (4) Bromo (1) BrotherCrush (1) Bruno (LL) (3) Bruno Krause (1) Bryan McCain (1) Bryce Foster (1) Cabuses (9) Cade Maddox (1) Café (1) Caleb Anthony (2) Caleb Cummings (2) Calendarios (4) Calendarios 2015 (1) Calzones blancos (4) Cam Vickers (1) Cameron Parks (1) Camille Kenzo (2) Campbell Stevens (1) Canadienses (12) Carilindos (7) Carl Baxter (1) Carl Ross (6) Carlos Effort (1) Carnaval (4) Carter Blane (2) Carter TBW (1) Castings (1) Celebridades (1) Censura (1) Chad Alec (1) Chad Karzen (1) Chad Stevens (1) Chance (1) Charlie Bogard (2) Charlie Flynn (2) Chasen (2) Checos (118) Chicos de Instagram (6) Chino Darín (1) Chinos (3) Chris Damned (1) Chris Loan (2) Chris Mears (1) Chris Summers (1) Christian Bay (2) Clark Davis (1) Clásicos (24) Claude Cocteau (2) Claude S (3) Claude Sorel (5) Cliff Jensen (1) CockyBoys (14) Colby Chambers (4) ColbyKnox (5) Collin Simpson (1) Colombianos (17) Colton James (2) Colton Reece (2) Consultorio de Sony (2) Cooper Ryde (1) Corbin Colby (15) CorbinFisher (4) Coreanos (5) Corey Hayes (1) Cortos de temática gay (1) Cory Zwierzynski (2) Cosas divertidas (5) Cosas Importantes (7) Cuartetos (1) Cubanos (1) Culos (38) Cumpleaños (20) Curiosidades (1) CuteFox19 (3) Cyann Espaisy (1) Dakota Brown (3) Dakota Payne (2) Dalton Briggs (3) Damian Dickey (2) Damien Dickey (2) Dan Khan (1) Dan Rockwell (1) Dane Jaxson (3) Daniel (CF) (1) Daniel (TBW) (1) Daniel Valent (3) Danny Defoe (2) Danny Gunn (2) Danny Jones (1) Dano Sulik (4) Dante Colle (2) Dante Martin (1) Danza (3) Darryl Declan (1) Dave Andrew (2) Dayton O'Connor (2) Ddot Tessor (2) Dean Charles Chapman (1) Dean Young (1) DeAngelo Jackson (3) Denis Haron (1) Denis Rizzo (4) Denuncias (1) Deportistas (5) Derek P (1) Desnudos (193) Devin Lewis (2) Devon Felix (1) Dick Casey (2) Dima Novakov (1) Dimitri Kane (1) Diogo (MOL) (1) Dlaor Grebke (1) Dmitry Dickov (1) Doble penetración (9) DoggyBoys (2) Dominic Pacifico (1) Dominik TBW (1) Doryann Marguet (4) Drae Axtell (1) Drake Magnum (1) Draven Milo (1) Dru TBW (4) Duane Fontana (1) Duchas (6) Duncan Ku (1) Dusan Antal (1) Dustin Cook (1) Dylan Hart (1) Dylan Matthews (1) Dylan Simon (1) Edison Fan (2) Eduardo O'Farrill (1) Efemérides (30) El Bebote de Papá (1) El Cazador Checo (17) Elder Edwards (1) Ele Sanmi (1) Elias Cooley (2) Elijah Alexander (2) Elijah Zayne (3) Elliot Blue (1) Ellis (CF) (1) Eloy (LL) (2) Emmanuel (OTB) (1) EmoNetwork (1) EnglishLads (1) EnigmaticBoys (2) Ennio Guardi (1) Entrevistas (1) Enzo TBW (2) Erecciones (17) Eric Harper (1) Erick (MOL) (1) Erik Kovac (4) Erin (TBW) (1) ES Collection (1) Eslovacos (18) Españoles (9) Espectáculos (1) Estadounidenses (159) Europeos (7) Evan Cox (1) Evan Parker (1) Evan Ryker (1) Ezekiel Garcia (1) Fábio Ferraz (1) Facebook (1) FalconStudios (3) FamilyDick (4) Famosos (1) Favoritos (15) Fede (3) Federico del Rey (2) Felix Fox (1) Felix Maze (1) Felix Webster (1) Fernando Vilar (2) Filip Fialka (1) Filip Smirnov (1) Filipinos (2) Fisayo Akinabe (1) Flaquitos (20) Fondos de pantalla (5) Fotógrafos (10) Fotos (289) Fran TBW (1) Franceses (11) Franko Anderson (1) Frases célebres (2) Fraternity X (1) Fred Calvo (1) French Twinks (7) Frisbee (5) Frisky Summer 2 (5) FuckerMate (3) FunSizeBoys (2) Gabriel Angel (1) Gabriel Jaime (1) Garri TBW (1) Gasthon Barrios (Fotógrafo) (1) Gavin Winters (2) Gayhoopla (6) GayRoom (1) Gee Monroe (1) Gilles M (1) Gilles Marais (1) Gimnasio (1) Gino Mosca (6) Grey Donovan (1) Greyson Lane (1) GTS (1) Guardia Suiza (8) Guillaume Côté (1) Gus (LL) (1) Gustavo Bustos (2) Guys in Sweat Pants (8) Gynt Klein (2) Halloween (5) Harper (CF) (2) Harris Hilton (1) Hawaianos (2) Hayden Brier (4) Hayden Harris (1) Hayden Stephens (2) Hayden TBW (1) Heath Denson (2) HelixStudios (31) Henrique Bailarino (1) Henry TBW (1) Historia (4) Historia de Zekys (11) Historia del porno gay (2) Holden (CF) (1) Hombres Frescos (1) Homofobia (2) Honza Onus (2) Hoyt Kogan (4) Huei Cheng (1) Humor (2) Húngaros (34) Hunter Graham (1) Hunter Smith (1) Ian Borne (1) Ian Levine (5) Ian TBW (1) Ida y vuelta (26) Igor Voronin (1) Ilustraciones (3) Ilustraciones en 3D (3) Imaleb (13) Ingleses (17) Ion Davidov (6) Iraníes (4) Islandeses (1) Israelíes (1) Ivan Mraz (5) Ivo Svoboda (1) J D Cadinot (1) Jace Myers (1) Jack Blue (1) Jack Harrer (8) Jack Hunter (1) Jack Robbins (1) Jack TBW (3) Jacob Armstrong (1) Jacob Dixon (2) Jacob Dooley (1) Jacob Ford (2) Jacob Peterson (2) Jacob Santacruz (1) Jadon TBW (3) Jae Gorgeous (2) Jaime del Rey (1) Jake Bass (5) Jake Davis (1) Jake Lyons (2) Jake Parrick (1) Jake Porter (1) Jake Steel (1) Jake Williams (1) James Huntsman (1) James Jamesson (2) James Krupicka (1) Jamie Allen (1) Jamie Sanders (1) Jan Faust (1) Jan Nurad (1) Jason Allen (1) Jason Andrews (3) Jason Medina (1) Jason Paradis (3) Jason Smith (2) Jaxton Wheeler (1) Jaxx Maxim (1) Jay Rock (1) Jay Tee (2) Jayden Robinson (1) Jean Keres (1) Jean Morocco (1) Jean-Daniel Chagall (2) Jean-Luc Bisset (1) Jeff Daniels (3) Jerry Harris (1) Jess Vill (1) Jesse Charles (1) Jesse Santana (2) Jessie Charles (1) Jessie Montgomery (5) Jesús (LL) (2) Jet Set (2) Jim Kerouac (9) Jiri Lubov (1) JJ Swift (1) Joan Crisol (Fotógrafo) (2) Joaquín Santana (1) JockPussy (1) Joe Black (1) Joe Keane (1) Joel Birkin (5) Joel Vargas (4) Joey Lafontaine (1) Joey Mills (10) Johan Paulik (1) John Hill (1) John John (1) John Wahlberg (1) Johnny Cruz (2) Johnny Hill (1) Johnny Rapid (3) Johnny Sheffield (1) Johnny Torque (1) Johny Cherry (1) Jon Pastor (1) Jorge Orlando (3) Joseph Banks (1) Josh Brady (1) Josh Green (1) Josh Hunter (1) Josh Moore (1) Joshua Levy (2) Joshua Logan (2) Joven Callowat (1) Jóvenes (1) Judas Cole (2) Juegos Olímpicos (1) Jules Laroche (1) Julián Aristizábal (1) Julian Armanis (4) Julian Bell (1) Julien Adagio (1) Julien Hussey (1) Jun (LL) (1) Junior Bastos (1) JustForFans (1) Justin Conway (2) Justin Harris (1) Justin Leroy (2) Justin Matthews (2) Justin Owen (1) Justin Underwood (1) KA (1) Kadu Nunes (1) Kai Locks (4) Kaike (1) Kaleb Cross (2) Kamil Jezek (1) Karel Adamec (1) Kellan Hartmann (1) Kellan James (1) Ken Summers (1) Kenny Seymour (3) Kenzo Alvarez (1) Kevin Ateah (1) Kevin Benoit (1) Kevin Warhol (6) Kieran (SC) (1) Kirill Dowidoff (1) Kirk Gaugin (1) Koby Lewis (1) Kodi (BSB) (2) Kody Knight (1) Koldo Goran (1) Kory Houston (1) Kris Evans (9) Kristian Jensen (1) Kristof Esterhazy (1) Kyle Ross (4) Kyle Willis (2) Kyler Ash (2) La Serpiente y el Dragón (6) Lance Luciano (1) Landon Mycles (2) Landon Vega (2) Lars Norgaard (6) LatinBoyz (3) Latinos (43) LatitinBoyz (1) Leandro Carrizo (1) Leche Latina (7) Lee Foxx (2) Legrand Wolf (2) Leo Grand (1) Leo Rex (1) Leoj Nikrib (7) Leonel Segall (1) Letones (2) Leunam Soir (1) Levi Karter (2) Liam Cyber (2) Liam James (1) Liam Riley (2) Lin Jinfu (1) Lino Belucci (1) Lior Hod (1) Logan Cross (2) Logan Milano (5) Logan Moore (3) Lomazos (333) Los Ángeles de Kris (4) Los chicos del Cazador (22) Los chicos del Lechero (3) Los pocos elegidos (5) Lucas (MOL) (1) Lucas Angel (1) Lucas Bouvier (1) Lucas Entertainment (1) Lucas Leon (1) Lucas Murnaghan (Fotógrafo) (3) Luccas Sans (1) Lucian Fair (1) Luciano Barese (2) Lucio Barese (1) Lucky Taylor (1) Luda Wayne (2) Lukas Pribyl (1) Lukas Ridgeston (8) Luke Allen (1) Luke Hass (1) Luke Hudson (1) Luke Truong (2) Luke Wilder (1) Luky Kolac (1) Luky Svit (5) Maduros (24) Majos (4) Malik Delgaty (2) Mamadas (18) Manny (SC) (1) Manuel Rios (1) Manuel Skye (2) Marc (CF) (1) Marc Aubrey (1) Marc Vidol (1) Marcel B (2) Marcel Gassion (7) Marcell Tykes (1) Marcello Russo (1) Marcelo (RFC) (1) Marco Bill (1) Marco Paris (1) Marcus Mojo (3) Marcus Paradise (1) Marcus Rivers (1) Marcus Young (2) Marek Chytry (1) Marek TBW (1) Mario Popovic (1) Mario Ricci (1) Mark Aubrey (1) Mark Brown (1) Mark Zebro (1) Martin Hovor (1) Martin Osment (1) Martin TBW (1) Martin Valko (1) Masajes (1) Mason Dean (2) Mason TBW (1) Matej Borzik (1) Mateo Vice (3) Material histórico (1) Matt Lambert (2) Matt O'Reilly (3) Matt Woody (1) Matthew Camp (1) Matthew McEwan (1) Matthew Noszka (1) Matthew Rush. (1) Max Carter (3) Max Ferro (1) Max King (1) Max Penn (1) Max Ryder (2) Max Wyatt (4) MC (1) MEN (9) Men Hard at Work (1) MeninosOnLine (6) MenPOV (1) Mexicanos (2) Michael Castel (1) Michael DelRay (3) Michael Holtz (1) Michal Tarkus (1) Mickey Knox (1) Miguel Ortiz (1) Milan Christopher (2) Milan Sabo (2) Milos Janek (2) Mister Internacional (1) Mitología (1) MLS (10) Moda (1) Modelos (38) Morochos (1) Musculosos (10) Música (1) Naked Boys Singing (1) NakedSword (2) Nando Chaves (1) Navidad (33) Negros (25) Neil Scott (1) Neo (1) NextDoor (19) Niccolo Neri (1) Nick Angels (1) Nick Lamar (1) Nick Mascardo (3) Nick Starlight (1) Nick Vargas (4) Nico Leon (2) Nielo (LBZ) (2) Nils Tatum (1) Nino Valens (1) No Porno (2) Noah Brooks (1) Noah Matous (1) Noel (SC) (1) NoirMale (2) norteamericanos (1) Noticias LGBT (4) NTC (4) Odla Icculeb (1) Ondra Black (1) Onig Acsom (3) Onil Icculeb (1) OnlyFans (12) Orgías (1) Orgullo (2) OTB (2) Otoño (1) Pablo (TBW) (1) Pablo Hernández (1) Pajas (49) Pandora Boxx (1) Paraguayos (2) Parejas (254) Parker Perry (2) Pascua (10) Patric Cardoso (1) Patrik Donovan (1) Patrik Maly (1) Patty Cat (1) Paul Hunter (1) Paul Pratt (1) Paulino (OTB) (1) Paulo Phillipe (1) Pavel Otava (1) Pavol Zurek (1) Payton Connor (1) Películas Completas (1) Pelirrojos (3) Peludos (2) Penes (20) Peter Le (2) Peter Pounder (1) Petr Cernyka (3) Petr Zuska (3) Pierce Paris (3) Pies (2) Pijitas (5) Piscinas (6) Placeres de Oriente (1) Playas (7) Poesía (1) Polacos (2) Pornotubers (4) Portorriqueños (3) Preston Cole (2) Price Hogan (1) PrideStudios (1) Primavera (4) Princeton Price (2) Publicidad (4) Pyotr Tomek (3) Quinn (CF) (1) Quinn Jaxon (1) Radek Smi (1) Rado Viker (1) Rafael Poggi (1) Rainbowmedia (2) Ralph Wood (1) Ramon Macchio (3) Randy Junior (2) RandyBlue (14) Raphael Nyon (1) Raul Zulu (1) RawFuckClub (1) RawInBrasil (1) Ray Weil (1) Recargados (85) Red Hot Chili Peppers (1) Relatos (25) Reno Gold (2) Rerrah Kcaj (3) Reseñas Biográficas (2) Rey (SC) (1) Reyes Magos (1) Rhyheim Shabazz (3) Ric Vilarimm (1) Richard (1) Richard (MOL) (1) Ricky Roman (2) Rico Vega (1) Riley (SC) (1) River Wilson (1) Roald Ekberg (1) Rob Bisset (1) Robin Castel (1) Roman (1) Roman Ch (1) Roman Chaykin (1) Romeo Foxx (1) Romi Zuska (2) Ron Casella (1) Ropa interior (1) Rose Ryan (1) Rosta Benecky (1) Ruben Bart (2) Rubios (55) Rudy Black (1) Rudy Bodlak (2) Rudy Stone (1) Rudy Valentino (1) Rumanos (3) Rushlight Dante (1) Rusos (33) Rustie Port (3) Rusty Taylor (1) Ryan Bailey (1) Ryan Conners (2) Ryan Jordan (1) Ryan Moore (1) Ryan Sage (1) Ryan Sharp (1) Ryan Tomek (3) Ryan Torres (1) Ryuji Suzuki (1) Sacerdotes (1) Sacha K (1) Salvatore Salvi (1) Sam Brooks (2) Sam Garfield (1) Sam Santi (2) Sam Williams (1) Samuel TBW (3) San Valentín (5) San Valentín BA (4) Sascha Chaykin (1) SayUncle (1) Scott Bennet (1) Scotty Marx (5) Se busca (2) Sean Cody (4) Sean Ford (7) Sean Gomes (Fotógrafo) (1) Sean Zevran (1) SeanCody (1) Seb Priestley (1) Sebastian (CF) (2) Sebastian Bonnet (8) Seguridad Aeroportuaria (1) Selfis (6) Series televisivas (2) Seth Fornea (2) Sexo al aire libre (58) Sexo explícito (357) Sexo Grupal (29) Sexo Oral (6) Shane Harris (2) Shane Hirch (3) Sharok (2) Shawn Fox (1) SkinOnSkin (1) Skip TBW (1) Solo por Diversión (5) Solos (36) Sony (9) SouthernStrokes (1) Spencer Laval (1) Squirtz (2) Stanley (EB) (3) Staxus (25) Stefan Andersen (1) Steve Oliver (1) Steve Rogers (1) Steven Andrade (1) Steven Dehler (1) Str8Hell (2) Stu (SC) (2) Studio AAVEC (1) Suecos (1) Sun Chayanut (1) Sven Laarson (2) Syhr Reggaj (1) Tailandeses (2) Taiwaneses (2) Tanner (SC) (1) Tannor Reed (2) Tatuados (13) Taylor Reign (1) TBW (24) Tegan Reins (1) Teodor TBW (1) Têtu (1) Thiago (1) Thiago (MOL) (1) Thierry Aulin (2) Tim Hamilton (1) Tim Kruger (1) Tim Walker (1) TimmyTaylor (1) Timo Garrett (1) TimTales (1) Tito Delray (1) Titus Snow (1) Toallas (1) Tobias Mose (1) Tom Daley (3) Tom de Finlandia (1) Tom Hunks (1) Tomas Belko (2) Tommy Hunter (3) Tony Conrad (5) Topher Di Maggio (4) Tory Andrews (1) Trabajadores (6) Trailers (1) Trans (2) Travis (CF) (1) Tríos (64) Tristan Adler (1) Tristan Hunter (2) Troy Ryan (1) Troy Stevenson (1) Tucker Jennings (2) Tunesinos (1) Ty Thomas (1) Tyler Hill (1) Tyler Johnson (2) Tyler Sweet (2) Tyler Torro (4) Ucranianos (4) UkNakedMen (3) Uriel Ramirez (1) Uriel Yekutiel (1) Vadim TBW (3) Vadim Van Neerland (1) Verano (6) Verano Juguetón (5) Vergas (18) Vergas grandes (48) Victor (1) Videos caseros (1) Videos del Amigo Bello (79) Videos educativos (3) Videos Musicales (10) Videos porno (392) Videos publicitarios (17) VIH/SIDA (3) Vincent (GISP) (1) Vlad Castle (1) Vlad GTS (1) Vlado Iresch (1) Voyeurismo (1) Wapo (LBZ) (1) Warwick Rowers (1) Wes Campbell (1) Wess Russel (1) Will Braun (3) Will Sims (1) WilliamHiggins (2) Xander Hollis (1) Yago (RFC) (1) Yannick Modine (2) Yannis Paluan (1) Yoan Desanges (1) Youtube (1) Yuri Adamov (1) Yves Carradine (1) Zac DeHaan (3) Zach Taylor (2) Zane Porter (2) Zayn Parker (1) Zeb (CF) (1) Zekypedia (12) Zilv y Rourke (2)

La forma correcta de ponerlo



... Y cuando sientas que la vida te supera...