¡Y al fin lo logré!

¡Sí señores! ¡Lo he logrado! ¡Facebook me ha bloqueado otra vez! kkkkkkk.

Pero fue una victoria a medias porque sigo sin comprender cuál es cabalmente el sistema de censura implementado por la red social.

En principio, por una razón de lógica y respeto, la misma red social debería librar una notificación automática para el usuario censurado. Cómo puede ser que a mi correo lleguen notificaciones de todo tipo, todo el tiempo, y nadie me comunique que estoy vedado para hacer publicaciones, comentarios y reacciones por el término de 30 días. ¡Esto es informática, señores! ¡Todo lo hace un bot! ¡No pagan horas extras a un empleado para que envíe una notificación! En otros casos, llegan al ridículo de decir que no pueden dar curso a tal o cual reclamo porque "en virtud de la pandemia, el plantel de empleados activos se ha visto reducido". Será que Mark Zuckerberg no sabe que su "plantel de empleados" podría trabajar perfectamente en línea.

Pero fíjense otra cosita: mi idea era publicar aquí, en BANANAS, las mismas fotos que publicaba en Facebook, de modo de tener una referencia a la hora de la censura. Porque yo suponía que la red eliminaba la fotografía que supuestamente infringía las normas. Al descubrir la imagen que ya no figuraba en línea, quedaría claro cuál había sido la que motivara la intervención del bot censor. Pero hete aquí que, habiendo sido bloqueado el 6 de marzo, ¡TODAS LAS FOTOGRAFÍAS PUBLICADAS EL 6 DE MARZO (e incluso todas las publicadas en los días anteriores, a partir de la finalización de la última censura) ESTÁN TODAVÍA EN LÍNEA. O sea: ¿una o más fotos infringen las normas, dan lugar a una censura y, aun así, cualquiera puede verlas? En casa, a todos nos parece insólito.

Pueden constatarlo en los siguientes enlaces:

Publicación de Facebook del 6 de marzo.

Publicación de BANANAS del 6 de marzo.

Será que estoy demasiado influenciado por los procesos biológicos donde, una vez identificado algún agente potencialmente nocivo para el sistema, se implementan los protocolos para eliminar de cuajo la fuente de peligro.

A esto le sumo dos detalles adicionales:

1) que varias de las fotografías sospechadas de "censurables" habían sido ya publicadas por otros usuarios que, aparentemente, no sufrieron sanción alguna.

2) que varias de las fotografías publicadas por mí mismo anteriormente eran mucho más censurables que cualquiera de las que figuraban en la última publicación.

En fin, hasta tanto no se demuestre lo contrario, me quedo con la idea que me expusiera Fede al inicio de todo este jaleo: "Esto de las normas de moral de Facebook es solo una fachada para simular que hacen algo para mejorar la sociedad cuando en realidad lo único que les interesa es ganar plata". Y ahora me viene a la memoria que a nuestro Juanjo también lo banearon por llamar cariñosamente "puto" a su modelo favorito, mientras hay decenas de miles de páginas explícitamente orientadas a divulgar ideas y promover acciones violentas contra la comunidad LGBT, sin que a los censores de Zuckerberg se les mueva un pelo.

Hasta dentro de un mes no podré publicar nada ni dar likes. Espérenme kkkk.

Mientras tanto, seguiré dejando por aquí las bellezas masculinas que no puedo subir a la red social.

Si ves algún enlace caído, avisanos para poder reponerlo. Gracias.