Regresan los episodios de Leche Latina y regresa Bruno, el chico del capítulo 8 que tanto nos gustó. Pero esta vez asume un desafío más cachondo. Pasen y vean.
Se lo ve un poco más suelto que en su primera aparición frente a la cámara. Al comienzo del video, en un breve reportaje que le realiza el Lechero, nos cuenta que, desde la última vez que lo vimos, estuvo "practicando" con amigos. Y sin dudas que se nota... No sé por qué en este episodio se lo ve más "sexual". Tal vez sean cosas mías, pero realmente se lo ve más atractivo que en el otro episodio. De entrada (lo podrán verificar en las primeras fotos siguientes), ese par de piernas son muy tentadoras. No recuerdo haberlas notado la otra vez. Y es obvio que el chico posee una sonrisa más que seductora. Como diría nuestro amigo Sebys, "esa boca es llamadora". Sin embargo (sé que se van a reír por lo que voy a decir), lo que más me seduce de Bruno son sus ojos. Sí, sí, puedo imaginar sus carcajadas, no obstante, esos ojos y esas pestañotas renegridas, con esa mirada de niñito desvalido, me genera una extraña mezcla de ternura y calentura. Ganas de comerle la boca y de llenársela de pija al mismo tiempo.
La propuesta del Lechero es muy morbosa. Al menos si fuera una situación real. Bruno está en su casa y, entretanto, en el cuartito de los trastos que el Lechero suele usar para desarrollar sus historias, hay un chongo contratado para realizar algún trabajo que no se especifica (puro verso, bah). La idea es convencer al chongo para montar una escena entre los tres. Una escena sexual, por supuesto.
El chongo se hace llamar Eloy, un nombre bastante peculiar al menos en nuestro país. Es otro que tiene una sonrisa verdaderamente atractiva, pero (a diferencia de la de Brunito) no me genera nada parecido a la ternura. De hecho, al principio se lo ve como un chongo bastante normal. Atractivo pero no para celebrar con fuegos de artificio. Sin embargo, cuando las cosas se ponen calientes, también en él algo se transforma. Y no hablo solamente de su hermosa pija curva, que podría ser considerada como una protagonista más de la historia.
Lo que más destaco de esta escena es la maestría petera de Bruno. En verdad ha aprendido a chuparla con arte. Sus labios parecen hechos para la verga. Sea una o sean dos. Y no caben dudas de que al chico le encanta comérsela. Y le encanta también besar. El modo en que Buno y Eloy se comen la boca es alucinante. Y, de ahí en más, la pija del laburante, entrando y saliendo del culito hermoso de Brunito, enciende mis deseos de estar en su lugar.
Nace entre los dos una química que los ha llevado a repetir ante las cámaras (y supongo que también en privado). La productora Bi Latin Men tiene en su catálogo una escena aun más cachonda que la que publicamos hoy. Si nadie dice nada en contra, la pondremos a disposición de todos a la brevedad, juas.
Después de ver nuevamente el episodio, reafirmo todo lo dicho sobre Bruno: ME ENCANTA. Y si llegara a ver esta publicación, quiero decirle que está invitado a cenar en casa. Haremos todo lo necesario para que pase una excelente velada, juas.
Uff! Qué caliente! Yo también quiero una velada con Bruno!
ResponderBorrarUn abrazo.
Otro más!!!! A ponerse en la fila que ya somos unos cuantos
BorrarJoder jajaja. Ahora que me doy cuenta, el tal Bruno es casi igualito, al mozo ecuatoriano del reparto a domicilio del supermercado de mi barrio...
ResponderBorrarBesitosss !!!
Bueno... es hora que le invites un vaso de agua para que se refresque antes de la acción juas
BorrarLo hago lo hagooo !!! Siempre que biene a casa el chavalillo ahi sofocado con la compra, le ofrezco un refresco y le doy la propinilla. Es maje te el chaval, si no estubiera casado con la cajera del super alomejor le tiraba los tejos jajaja...
BorrarBesitosss !!!
Pero, hombre!!!!! Lo casado no quita lo caliente!!!!! jajajajajajaja
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