Bananas Ardientes: Verano Juguetón (Recargado)

lunes, 27 de septiembre de 2021

Verano Juguetón (Recargado)

Publicado originalmente por Zekys el 18 de abril de 2013 y recargado por primera vez el 17 de octubre de 2018.

Capítulo 1: La Bienvenida.

Hace algo más de ocho años, hice esta publicación en una de las versiones censuradas de nuestro blog. Lo hice en el mes de abril, en ocasión del quinto aniversario de BANANAS. Por aquellos tiempos, no teníamos todavía la costumbre de acompañar nuestras reseñas con el video respectivo, de modo que este clásico del porno gay que presentamos hoy aparece por primera vez en nuestra página. Pasen y vean, que no se van a arrepentir.

TEXTO DE 2013:

Suele decirse que todo tiene que ver con todo y a veces le doy razón al dicho. Hace exactamente seis años, esta película y particularmente la escena de Ion Davidov y Daniel Valent me terminaron de decidir a iniciar una aventura que me ha dado un sinfín de satisfacciones. Casi, casi como el sexo mismo, juas.

Como ya dije en ediciones anteriores, Frisky Summer es la primera película que Ion Davidov filma ya para el sello Belami de George Duroy. Y es sin dudas un trampolín hacia la fama, ya que el rumano pasó a estar en boca de cuanta marica diera vueltas por el orbe.

No era para menos. Yo la vi muchos años después de su estreno e igualmente me generó una conmoción extraordinaria desde la primera escena. El DVD me lo regaló Benjamín, un flaco que me cogía cuando yo era pendejo (escribí varios relatos sobre él, búsquenlos en las seXXXiones si quieren) y fue una fuente inagotable de conocimientos sexuales para mí. Les recomiendo leer la publicación especial que hice hace un par de años sobre Daniel Valent, donde doy detalles sobre la escena que hoy traigo en imágenes. Transcribo aquí un par de párrafos que vienen a cuento:

“La peli empezaba con Ion Davidov Caminando por una pradera con el torso desnudo. Así llega a una especie de granja y, cansado por la caminata, se sienta a reposar sobre una parva de heno. Frente a él, desde la ventana de su cuarto, Daniel Valent lo observa ya desnudito como dios lo trajo al mundo (bueh, un poco más crecido en realidad) y bastan un par de miradas sugestivas para que ambos se acerquen y den comienzo a una de las escenas de sexo más espectaculares que pueda yo recordar. Molesta un poco la musiquita tediosa y anticuada (esa que usaron en casi todos los filmes viejos de Belami, tengamos en cuenta que esta es una de las primeras, creo), pero les aseguro que, en cuanto los dos muchachos se trenzan y se acoplan, a lo que uno menos le presta atención es a la música, juas. ¡Nunca voy a olvidar la expresión de su rostro mientras Ion lo culea de pie contra la pared de troncos!”

Escena maravillosa que me trae un sinfín de recuerdos… Insisto con lo que dije muchas veces: que Lukas Ridgeston se haya convertido en el paladín de mis sueños húmedos ha sido obra de la casualidad. Tranquilamente podría haber sido alguno de estos dos, que lomo, sensualidad y talento tienen para rato.