Una escalera al cielo (Recargado)

Entre los archivos de Fede encontramos esta sesión de fotos que tal vez algunos recordarán. No me extrañaría que hayan sido la causa de alguna de las censuras impuestas por el Bello Amigo, juas. Pasen, vean y tóquense a gusto.

Se trata nada más y nada menos que de la primera sesión de fotos de la que sin duda habrá de ser la pija más grande del elenco del Bello Amigo. Evidentemente, en algún momento de nuestra historia hemos tenido el video completo pero, al menos de momento, se halla extraviado.

De todos modos, este es uno de esos casos en los que no es tan imprescindible disponer de las imágenes en movimiento para disfrutar. Basta con admirar las fotos para entrar en calor.

Es que Joel Birkin es (además del poseedor de esa deliciosa monstruosidad que lleva entre las piernas) uno de los chicos más lindos de la troupe. Tal vez no uno de los más simpáticos, aunque con el paso de los años ha sabido vencer las inhibiciones y, en la actualidad, es más frecuente verlo sonreír ante la cámara.

Cuentan que esta sesión de fotos es una de las más improvisadas en la historia del Bello Amigo. Una mañana de 2011, sin previo aviso, un chico húngaro se presentó en las oficinas de Budapest con la inquietud de trabajar como "modelo erótico". Era (por supuesto) Joel, que acababa de cumplir la edad legal para ese tipo de trabajos. Fue recibido por Marty Stevens, quien ha sido desde el inicio la mano derecha de GD, actor en un principio y luego fotógrafo, director y productor de los contenidos de esa empresa que nos quiere tanto, juas. 

Relata Stevens que el muchacho estaba muy preocupado por dejar en claro que él no era gay y que hacía todo aquello porque necesitaba dinero. Tiempo atrás, GD había prometido a sus cazatalentos que le regalaría un auto nuevo a quien encontrara un chico con una verga de 11 pulgadas (unos 28 cm). No sabemos en qué circunstancias (aunque podemos imaginarlas), uno de ellos conoció a Joel y le dio la dirección de las oficinas. No pudo concretar una cita formalmente porque el chico era muy esquivo y fue imposible lograr una confirmación de su parte.

Al tanto de los hechos, Stevens fue todo lo cuidadoso que se debe ser en estos casos y, con mucho tacto, logró convencer al muchacho para que se prestara al menos a una sesión de fotos en ese mismo momento (porque intuía que, si lo dejaba ir, nunca más sabría de él). "Pero que sean solo fotos. Yo no soy gay", repetía el pequeño Joel.

Claro que lo de "pequeño" depende de dónde se lo mire. La verga de Joel no mide 11 pulgadas y desconozco si el cazatalentos recibió su auto, pero calza 25 muy considerables centímetros (10 pulgadas) que a lo largo de estos años nos han hecho suspirar. No obstante, más allá de la contundencia de su herramienta, en las fotografías se ve a un Joel muy niñato y temeroso. Obvio que, antes que arruinar la experiencia, esa mirada dubitativa aumenta el morbo y el deseo de ver más.

GD lo pudo ver desde el primer momento y puso todo su empeño en lograr un contrato con el jovenzuelo. Pero Joel se esfumó durante más de un año, no respondía a los correos y había desechado el chip de la línea de teléfono de contacto que había dejado en la productora. Sin embargo, a mediados de 2012, él mismo se presentó nuevamente en las oficinas del Bello Amigo y, aun con reticencias, declaró estar decidido a aceptar el trabajo.

Las inhibiciones no eran pocas. En su primera escena verdaderamente porno se negó tozudamente a mostrar el rostro en cámara. Era un incomprensible paso atrás respecto de su primera aparición, pero no hubo caso: solo estuvo dispuesto a permitir que los Kinky Angels de aquel momento (Adam. Kevin, André y Jack, la primera generación) le chuparan la verga, pero sin que se supiera que era SU verga. Edición y profesionalismo mediantes, la escena es de todos modos adorable, aunque todos coinciden en que fue muy accidentada y llena de tensión. Tanto que Joel, tras abandonar la productora aquel día, volvió a desaparecer. Esta vez, durante dos años.

Cuando regresó en 2014, tanto él como GD tenían las ideas más claras y no hubo más trabajos hasta que no se firmó un contrato formal que incorporaba a Joel a la empresa, con sus derechos y obligaciones bien estipulados, juas. Si volvía a desaparecer, se enfrentaría a un conflicto judicial. Por suerte, no fue necesario llegar a tanto. El nuevo Joel ya había podido deshacerse de buena parte de sus prejuicios homofóbicos y, si bien sigue afirmando que no es gay, aprendió a besar a los hombres y a chuparles la pija con una pasión por demás convincente. Eso sí, hasta donde sabemos, su culo sigue virgen como el primer día.

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

              

Afortunadamente, para que no nos quedáramos con las ganas de ver esa carne en movimiento, Fede nos supo hacer en aquel momento unos gif que, a falta de video, son muy valorables, juas.