Hacía mucho tiempo que no le dedicábamos una publicación a los chicos latinos. Así que, apenas vimos esta escena con el bomboncito de Nielo, no lo dudamos ni un momento. Es una escena breve que muchos van a disfrutar de punta a punta (otros no, juas). Pasen y vean.
Como suele decir un amigo de la casa, si se trata de especímenes humanos masculinos, en BANANAS tenemos un gusto de amplio espectro. Nos gustan los tipazos enormes de buenos músculos, pero también disfrutamos de los flaquitos marcaditos. Sobre todo si son portadores de vergas importantes.
Este último sería el caso de Nielo y Wapo, los dos chacalitos colombianos que les presentamos hoy.
El término "CHACAL" designa (estrictamente hablando) a una especie de lobo, tal como lo describe la Wikipedia. Pero a lo largo del siglo XX, el lenguaje popular mexicano lo fue incorporando a la jerga homoerótica y, desde allí, se extendió al resto de Latinoamérica.
Al parecer, no es sencillo descular el origen del empleo de la palabra. Por lo que he averiguado, se empezó a utilizar a principios del siglo pasado en la Ciudad de México, cuando esta asistía a la gran revolución arquitectónica que la pobló de grandes y modernos edificios, dejando atrás en buena parte su tradicional fachada colonial. La ciudad se pobló de construcciones y, por lo tanto, de albañiles que exponían públicamente sus musculaturas toscamente trabajadas. Así, con la mercadería tan a la vista, el comercio sexual fue un paso ineludible.
Paralelamente (también en el lenguaje coloquial) se suele llamar chacal a la persona que es agresiva, sanguinaria y sin escrúpulos, resultando peligrosa o dañina para la sociedad, dejando en claro el nivel de discriminación y prejuicio que se cuece alrededor de todo es asunto.
De todos modos, el concepto de "chacal" ha ido variando con el correr del tiempo y, aun hoy, no significa lo mismo para todo el mundo. Algo así como nuestro "chongo" argentino, término que se le asemeja bastante, salvo por el elemento que alude a la clasificación social.
Porque, en general (y en esto creo que todos podemos estar de acuerdo), un "chacal" es un varón de clase trabajadora muy baja pero que coge como los dioses. En mi paso por Ciudad de México, hace años, conocí a alguien de clase adinerada que solía decir que lo malo de tener sexo desenfrenado con un chacal era que después no podías presumirlo con los amigos, jajajajajaja. He conocido chacales con un cuerpo espléndido, que eran el fruto del trabajo inhumano y las privaciones antes que de las veleidades de gimnasio. Chicos pobres que ya hubieran sacrificado su esbeltez a cambio de una buena cena cada día.
Aunque no sean mexicanos, ni albañiles, ni necesariamente pobres, Nielo y Wapo, los dos protagonistas del video de hoy, encajan perfectamente en los lineamientos generales de la idea de "chacal" (claro, si no tenemos en cuenta la pasividad de Wapo, ya que en el concepto de "chacal" está implícito el rol activo). Flaquitos sin rastros de adiposidad, jovencitos (según la productora, Nielo tiene 20 y Wapo, 19), vergones, con esa chacalidad reafirmada en sus tatuajes, los dos nos dan un festín de buen sexo. No sé ustedes, pero cualquiera de nosotros cuatro se prendería en un trío o una orgía en la que ellos participaran jajajajaja.
En lo personal, más que nada con Nielo. Ese flacuchento (además de una muy buena pija) tiene algo que me cautiva y todavía no logro identificar con exactitud. Si lo tuviera a mano, no tengan dudas de que lo incitaría a que nos conozcamos más íntimamente, juas.
¡Digan que las cosas están bastante convulsionadas en la querida Colombia! Si no, ¡hasta hubiera podido planear un viaje de placer hacia los suburbios bogotanos!
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Hummmmm !!! Que rico macho el crio de la gorrita !!! Reconozco que me a puesto como una perra. Si le pillara le dejaria seco jajajajajaja...
ResponderBorrarBesitossss !!!!
Está para invitarlo a desayunar. Nosotros ponemos el bizcocho y él pone la leche jajajajajajaja.
BorrarSin duda me encantan los chacalitos, aunque sean de un mundo muy distinto a mío imagino que en la cama todos vamos a lo mismo... ¿O no?
ResponderBorrarUn abrazo