Colores Cálidos (1ra parte)

Hoy vamos a retomar una antigua seXXXión de nuestro blog que teníamos olvidada: la de los fotógrafos. Y vamos a iniciar esta nueva temporada con un artista argentino que goza de gran reconocimiento en el medio: Gustavo Bustos. Sus fotos los van a dejar con la boca abierta y con ganas...

Ni idea de cuántos años tiene ni el lugar exacto de su nacimiento. Pero, con toda la furia, debe llegar, como máximo, a los cuarenta y, sin duda alguna, es un argentino de pura cepa.

Es una de esas mentes que enamoran por la amplitud de sus intereses. Mi abuela hubiera dicho que es un "culo inquieto" porque, si bien hoy en día es un fotógrafo consagrado, ostenta un título de ingeniero mecánico (con doctorado incluido), además de haber hecho danza contemporánea, danza flamenca, tango y de haber cursado estudios de escenografía, maquillaje, diseño de indumentaria y sombrerería en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón de Buenos Aires. ¡Tomá tu torta!

Yo no sé a ustedes pero a mí los tipos inteligentes me calientan. Por algo tengo los maridos que tengo. Pero si esa inteligencia está relacionada con las ciencias, la atracción es superior. Jamás podré resistirme a un hombre que sea capaz de resolver una división por dos cifras. 

La filosofía popular ha encumbrado a los hombres brutos e incultos como los mejores amantes. Yo ya perdí la cuenta de los hombres con los que cogí, pero si de algo estoy seguro es que mis mejores recuerdos, los de mayor goce, no se corresponden con aquellos que apenas sabían deletrear su nombre. No quiero decir con esto que la inteligencia sea condición suficiente para ser bueno en la cama. Tampoco digo que sea necesaria. Lo que digo es que, en mi estadística personal, los tipos que cogen bien es porque, a la hora de ponerla, usan las dos cabezas (y aquí le regalo una bolufrase para que mi marido Zek la publique en su facebook). Excepciones existen, por supuesto, y hay algunas bestias que, cuando te dan, te transportan a las estrellas. Pero son los menos.

Pero volviendo a Gustavo Bustos, debo aclarar que no lo conozco más allá de sus fotografías. Sin embargo, estaría en condiciones de imaginar que es uno de esos tipos que te hacen temblar con solo tocarte. La calidez, la delicadeza, la sensualidad que logra en cada una de sus fotografías me lleva a pensar de esa manera. ¿O acaso se creían que una es una puta arrastrada sin sentimientos? Aquí donde me ven, soy una SEÑORA con gran sensibilidad y un corazón casi tan grande como el culo.

Gustavo Bustos tiene además otra cualidad digna de ser destacada: es un artista que no se impone límites y no se asusta ante nada. Es capaz de encontrar la poesía natural que mana de una cara bonita y también la que surge de una explosiva eyaculación. Porque es un tipo que sabe explorar la naturaleza humana y, cual Terencio de la modernidad, nada de lo humano le es ajeno.

No creo tener mucho más para decir. Así que los dejo con las imágenes, que son lo que realmente importa.

Si les ha gustado el trabajo de Gustavo Bustos, mañana voy a publicar otra tanda de sus fotografías. Son tantas y tan buenas que no es sencillo hacer una selección escueta.