Tyler a pedido

Tal vez no todos, pero al fin ha llegado el día que Aleuy y muchos bananeros esperaban. Ha desembarcado Tyler Torro en nuestro blog y llegó para quedarse, juas.

Así como lo ven, este monumento al lomo masculino alguna vez fue un tierno bebé que usaba pañales y chupaba la teta. Sus primeros berridos los dio en agosto del 88, en un pueblito perdido del estado de Ohio y su familia lo llamaba Aaron. Parece que de niño era medio debilucho y su mami se fue al carajo con las vitaminas. El caso es que a los 16, era ya un leonino pichón de mastodonte que destacaba entre las estrellas deportivas de su escuela.

Fue una de las chicas con las que cogía por ese entonces la que, por primera vez, le sugirió un futuro promisorio en el campo del cine porno. Él no le dio mucha entidad al comentario y siguió entrenando con ganas, sobresaliendo como jugador de fútbol americano, gimnasta y nadador. Hoy asegura que la actividad deportiva despertó en él el deseo por los hombres, pero el ambiente conservador en el que se desenvolvía le impedía aceptarlo, aun en sus pensamientos más íntimos.

Cuando terminó sus estudios, no pudo ingresar a una universidad y su estrella se opacó momentáneamente. Pasó por diversos empleos de baja monta y finalmente optó por ganarse la vida como entrenador personal, un asunto que dominaba muy bien. Tuvo (ahí sí) sus primeras experiencias homosexuales, claro que justificándolas como un modo de obtención de dinero. Uno de esos clientes fue el que reflotó la idea del porno y fue más allá. Cuando Tyler cumplió los 21, se despidió de su pueblo y marchó hacia el oeste. Gracias a la ayuda de su cliente, logró una entrevista con productores de la célebre Falcon Studios, pero la reunión no fue exitosa y el por entonces Aaron Dant tuvo que posponer sus ilusiones de ganar dinero fácil. De todos modos, los mismos directivos que le bajaron el pulgar en esa oportunidad, tan solo un par de años después, tuvieron que admitir su desafortunada decisión.

En ningún momento el muchacho perdió sus esperanzas. No tenía razón para ello. Uno de los productores de la Falcon sí confiaba en su potencial y entabló con él un contacto más "personal" gracias al cual logró una segunda oportunidad, pero esta vez en la productora que lo llevaría a la fama: Next Door Studios. Apenas tres días antes de cumplir los 22, Aaron fue rebautizado con el nombre de Tyler Torro y filmaba su primera escena: un solo en la ducha que fue conmoción entre los seguidores del sello productor. El video salió a la venta el 11 de octubre de ese mismo año 2010.

El éxito no debió ser sorpresivo para nadie. Con su metro ochenta y seis de altura, una musculatura en verdad sorprendente, un hermoso tatuaje que obraba como un sello inconfundible y esa cara de nene malo, uno debería suponer que aquellos tipos que le dijeron no en la Falcon debían ser un poco idiotas. Encima, por aquellos años, su peso era de apenas 80 kilos, con lo cual se nota que su cuerpo era solo hueso y fibra, un deleite para los depredadores de la carne fresca, juas. 

Tal vez (y esta es solo una suposición de mi parte) la primera reunión se malograra a raíz de la férrea negativa de Tyler a entregar la retaguardia. Sin duda, las autoridades de Next Door fueron mucho más flexibles en ese aspecto y firmaron un contrato en el que el joven exigía actuar pura y exclusivamente en el rol de activo, condición que mantuvo a lo largo de su breve pero frenética carrera como actor porno. Así es que no existe testimonio fílmico que avale cualquier duda referente a la virginidad del culo de Tyler Torro. Activo a ultranza, sin embargo, en sus films suele ostentar una histeria muy notable, puesto que gusta de mostrar su ano ante la cámara, con acciones y posiciones por demás provocativas, pero jamás lo ha entregado (ante las cámaras, por lo menos). 

Paralelamente a su actividad en la industria del porno, Tyler continuó con sus tareas como entrenador personal. Suponemos, además, que las matizará con otro tipo de interacciones personales, juas. En las épocas de esplendor de su carrera, solía decirse que, cuando no estaba en el gimnasio, estaba en el set de filmación o al acecho de algún culo donde enterrar su verga. Y eso es plenamente creíble ya que Torro es uno de esos actores porno que dignifican la profesión, je. Es uno de esos tipos que cuando cogen frente a las cámaras inyectan en el espectador las ganas de hacer lo mismo. Cogen con el alma y saben transmitirlo. Supongo que esta es la razón que ha despertado tanta devoción en Aleuy y en tantos otros admiradores en todo el mundo.

En diversas oportunidades se ha definido (¿humildemente?) como un "tipo corriente". "Podría decirse que lo único que tengo de raro es que me apasiona andar desnudo", dijo en una entrevista para la desaparecida "Freshmen". Ya quisiera yo saber cuál será su definición de "tipo corriente", porque su imagen y su desempeño en las escenas que ha filmado no se corresponden exactamente con la mía.  No obstante, es un hombre con ideas claras y quizá una ideología (palabra tan denostada por estos tiempos, pero que muchos aun reivindicamos) que no me sea muy ajena. Al menos en ciertos aspectos. ¿Por qué digo esto? Porque, a pesar de haber desarrollado casi toda su actividad en la Costa Oeste de los EUA (todas las grandes productoras de cine porno, tanto gay como paki, incluida Next Door, tienen sus oficinas y sets en California), él se estableció al otro lado del país, en Nueva York. Y no en Manhattan, sino en Brooklin. "He ganado dólares suficientes para vivir en la Quinta Avenida", declaró en la entrevista mencionada, "Pero jamás me sentiría cómodo entre personas que no tienen mucho que ver con mis gustos y mi modo de vivir".

Después de su debut en 2010 y tras medio centenar de videos de tórrida calidad, Tyler Torro decidió apartarse de la industria del porno y concentrar sus esfuerzos en la actividad privada. Incluso dejó de lado sus cuentas en las redes sociales. Hoy es dueño de una de las más grandes cadenas de gimnasios de los EUA y sin duda que le va muy bien con ese negocio. Su última escena apareció el 9 de octubre de 2014, apenas dos días antes de que se cumplieran los cuatro años de la publicación de su primer trabajo. Su compañero en esa oportunidad fue Cameron Foster, el último mortal que le chupó el ano  en un set de filmación, jeje. Y que le entregó el propio, claro está.

Y mientras quedamos a la espera de que el buen Tyler Torro regrese a los sets de filmación, centrémonos un poco en el bananero que ha motivado esta publicación. Hablo justamente de Aleuy, nuestro amigo uruguayo que desde hace tiempo viene insistiendo con la aparición de Tyler en nuestro BANANAS. 

Hace unas semanas, tras sus declaraciones acerca del tamaño de su pene, quien suscribe lo desafió a dar pruebas del tamaño de su herramienta. ¡Y él aceptó el reto! Nos envió fotos de su pija generosa y en verdad quedamos satisfechos con lo que pudimos ver. Por eso, con la debida autorización del susodicho, las publicamos en esta entrada de la que él también es responsable. Ya dirán algunos uruguayos si lo reconocen en las imágenes o no, juas.

Un gran abrazo para el amigo Aleuy, un valiente sin dudas jajajajaja.

Y en cuanto a Tyler Torro... ya nos entusiasmamos y próximamente lo tendremos de regreso, esta vez en una escena compartida, donde podamos verlo en acción. Estén atentos a BANANAS.

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