Obvio que me llamó la atención porque me encantan los chicos marcaditos, pero después me pregunté: ¿por qué demonios se tapa las tetas? Les presento entonces a Adrian Sotiris, el chonguito que viene a reinaugurar nuestra sección de MODELOS.
Ok. Acá se lo ve muy pendejito porque tenía apenas 16 añitos y, por insistencia de una prima que seguro le tenía ganas, había decidido armarse un book para presentar en alguna agencia de modelos. En estas fotos todavía era ilegal, pero les aseguro que el nene después creció y ahora está como para hincarle el diente sin miedo a la autoridad.
Su nombre completo es Adrian Sotiris Athanasopoulos pero, por razones más que evidentes, suele prescindir de su segundo apellido. Y a pesar de esos apellidos, el chico es sueco.
Nació en Estocolmo el 20 de septiembre de 1997 en el seno de una familia que, obviamente, es de origen heleno y salió de su país en los 90, huyendo de los desastres económicos que ya por ese entonces azotaban a la antigua Grecia.
El clima nórdico no suele ser el más apacible y Adrian siempre quiso disfrutar del sol mediterráneo del que le hablaban sus padres. Recién pudo conocerlo a los doce años, cuando toda la familia pudo vacacionar en la isla de Patmos, lugar de origen de la familia. Por alguna razón, aquel viaje marcó un antes y un después para el pequeño. En una entrevista reciente para un sitio web especializado en modelaje, Adrian hizo una declaración que me resulta (al menos) sugestiva: "Es una isla de pastores que justifica plenamente la fama de belleza que caracteriza a los griegos". Al regresar a Estocolmo, empezó a interesarse en el cuidado del físico. "Mis padres son muy conservadores y no estaban de acuerdo con que yo fuera a un gimnasio a tan temprana edad. Por eso reemplacé el entrenamiento con aparatos con la práctica de cuanto deporte me fuera posible". Adrian destacó en natación y saltos ornamentales, prácticas que ha dejado de lado después de que su carrera como modelo remontó vuelo.
No fue tan sencillo de todos modos. Se inició en la filial sueca de la agencia Elite y podría decirse que su primer trabajo importante le llegó a los 19 años. Pero, según parece, de allí en adelante no ha dejado de crecer.
Cuenta que lo reclutaron en enero del 2014, en una tienda, mientras le compraba un sandwich a un vagabundo. Detalle interesante: quiere decir que tiene buen corazón, además de buen lomo. Curiosamente, lo que más le gusta de su cuerpo es su mandíbula. ¡Tontito!... con lo lindo que es todo lo que tenés debajo del cuello... Dice ser un ávido lector y que le apasiona hacer ejercicio y jugar a los juegos de computadora. No sé si creerle: son gustos tan contradictorios... Ahora ya no necesita el consentimiento paterno y va al gimnasio 6 veces a la semana. Algo me dice que no va siete porque el gym debe cerrar los domingos. Sin embargo, tiene algunas peculiaridades muy curiosas. Por ejemplo, su mayor temor es el de caerse "por una larga escalera mecánica". Cosas del jet-set europeo, gente que al parecer viven en una nube de pedos. Acá, en el cono sur, uno está más preocupado por no morir a manos de alguna horda homofóbica. Las escaleras mecánicas son inofensivas. Puedo lidiar con ellas.
Si no fuera modelo, le gustaría ser ingeniero en informática, aunque reconoce tener "talento CERO para las matemáticas". Él es más de hacer cosas alocadas. Hace un año, durante un fin de semana poco usual en el que no tuvo que trabajar, aburrido en su departamento, sintió un impulso irrefrenable. Con apenas lo puesto, se subió a su auto y condujo hasta el aeropuerto. Pocas horas después aterrizaba en Reikiavik, donde cenó y pasó la noche en un hotel para regresar a Estocolmo a la mañana siguiente. Alocado, sí. Y con dinero para despilfarrar. Lo extraño es que no se dé otros gustos que parece ansiar: siendo Nueva York su ciudad favorita, aun no la ha visitado. Ya sé que no es lo mismo, pero yo lo invitaría a conocer Buenos Aires.
Cuando le preguntan acerca de la felicidad, el pendex responde que para él es un día soleado junto a las personas que ama, "riendo y dando gracias por estar vivo". Estas son las cosas por las que no suelo habilitar la charla con los chicos que me cogen y prefiero que la lengua la ejerciten con el beso negro. De todos modos, cuando la pregunta se orientó hacia el lado de su mayor deseo, la respuesta no fue LA PAZ MUNDIAL (punto a su favor). Muy por el contrario, dijo: "Quisiera ser Christian Bale al menos por un día y presentarme como Batman todo el tiempo". Ya sé, ya sé... la suya no es precisamente una mente privilegiada, pero es tan lindo... Y supongo que ahí abajo debe tener algo interesante con qué jugar.
Y hablando de juguetitos multicolores, algunas de las fotos que publico a continuación me dan la sospecha de que el nene se la come. Podría ser por una frase que puso en su perfil de Instagram ("Creo en la igualdad de derechos") o por un sticker con un arco iris de seis franjas en la cubierta de su laptop... o por una foto en la que luce un look muy Freddy Mercury... No sé... pero creo que este chico podría ser lector de blogs como el nuestro.
Pero yendo al título de esta publicación, dije al comienzo que Adrian llamó mi atención por su belleza (que es GUAU pero a mí me calientan los chicos sencillitos). El detalle de las fotos editadas con las tetillas censuradas vino después. Pero, en este caso, hay una explicación que suma puntos: "¿Puede el 2018 traer más igualdad para las mujeres? ¿Puede Instagram simplemente dejar de censurar los pezones de las mujeres? Es, literalmente, como censurar al 50% de todos los seres humanos. Los pezones se crean antes de que un género se emita biológicamente, por favor, no piense que sus pezones son especiales. Todos somos iguales. #freethenipple". Una hermosa declaración de principios que demuestra que Adrian Sotiris es algo más que un cuerpo caliente.
Yo al tal Adrian Sotiris, le veo un chico europeo normal y corriente. En mi ciudad, si te das un paseo por el centro, veras decenas de nenes tanto o más guapos que este.
ResponderBorrarBesitosss !!!
A mi me parece muy guapo, la verdad, aunque puede que sus pezones no sean su mejor característica, para mí són más que suficientemente tentadores...
ResponderBorrarYa sé que Juanjo y yo no coincidimos siempre en gustos por lo que se refiere a los chicos, però que en mi tierra no es tan fácil como el dice, encontrar cuerpos como ese.
Un abrazo.
Sí, Peace. Juanjo a veces exagera un poco jajajajajajajajaja
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