Nuestra Bandera

A estas alturas ya no debe quedar mucha gente en el mundo que no sepa que la bandera de seis franjas multicolor es NUESTRA Bandera del Orgullo. Suponemos que en nuestra comunidad también es bien conocida su historia y sus simbolismos. Pero sabemos que siempre hay algún distraído por ahí. Así que hoy vamos a hablar un poco de este asunto. Porque somos gays y muy orgullosos de serlo con la frente en alto. Pasen y lean.

En los comienzos del movimiento LGBT organizado, allá por la década de los sesentas, los militantes por nuestros derechos solían utilizar (para identificarse) el triángulo rosa con que los homosexuales eran "marcados" durante el régimen nazi en Europa. Esa misma razón lo tornaba un distintivo que despertaba rechazo en muchxs. De modo que era necesario buscar otro símbolo que nos uniera.

En los setentas se ensayaron algunas ideas pero ninguna copó la atención de la comunidad y pasaron sin pena ni gloria. Pero fue por esos años que un joven soldado del ejército de los Estados Unidos, de 20 años de edad, fue destinado a San Francisco. Su nombre era Gilbert Baker (quien, si hubiera nacido al sur del río Bravo, hubiera sido conocido como Gilberto Panadero, je).

Gilbert fue licenciado en 1972 ("con honores", aclaran sus biógrafos, tal vez con la intención de que no vayamos a creer que lo habían echado por puto) y de inmediato le saltó la loca que llevaba dentro, se quedó a vivir en San Francisco (más exactamente en la zona de Castro, barrio gay si los hay) y se puso a estudiar corte y confección. De ese modo, entró en contacto con "gente del ambiente", si es que los contactos ya no los había hecho en su etapa de milico. El caso es que un día diseñó algunas pancartas para unas manifestaciones en contra de la guerra y, como quien no quiere la cosa, terminó haciendo lo mismo pero para movilizaciones a favor de los derechos LGBT. Y fue todavía más allá: empezó a participar de esas manifestaciones de homosexuales, lo cual es muy meritorio porque en esa época no estaba muy bien visto eso de andar defendiendo a los "invertidos". Hoy tampoco es que podamos decir "Uy, qué bárbaro cómo nos apoya todo el mundo", pero convengamos que, por aquellos años este asunto de la defensa de nuestros derechos era mucho más peliaguda... Aunque escribo esto y Zekys me retruca por atrás que nuestra amiga Diana Sacayán no estaría de acuerdo con lo que digo. Ella, que tuvo una vida durísima como travesti, fue una gran luchadora y fue asesinada por serlo. Pero ese es otro tema que podemos discutir en otro momento.

Tenemos entonces a Gilbert Baker participando de las manifestaciones a favor de los derechos homosexuales en los primeros años de la década de los setentas. Allí conoce y se hace muy amigo de un tal Harvey Milk... No sé si lo tienen. 

Cuando, en 1977,  Milk se transforma en el primer político estadounidense abiertamente gay que gana una elección (fue elegido supervisor de San Francisco, un cargo semejante al de nuestros concejales) lo apura a Gilbert para que se ponga las pilas y piense en un distintivo que nos representara. Fue así como Baker le terminó de dar forma y sentido a una idea que ya venía barajando desde hacía años.

Fue así como el 25 de junio de 1978, la que hoy conocemos como Bandera del Orgullo flameó por primera vez durante el Festival del Orgullo Gay de San Francisco. Según cuenta la leyenda, Gilbert (al igual que tantos putos de la época) era un ferviente admirador de Judy Garland y su personaje de Dorothy en "El Mago de Oz". La que cantaba "Over the rainbow". Tal vez fuera por eso que la bandera que diseñó para el evento representaba los colores de un arco iris. El mismo Baker dijo que un arco iris es algo que pertenece a la naturaleza y que su belleza puede verla cualquiera pero no sin padecerla, aludiendo a que un arco iris siempre sale después de una tormenta.

Sin embargo, con los simbolismos fue un poco más concreto.

Las dos banderas originales que flamearon en 1978 habían sido confeccionadas a mano por el mismo Baker y varios voluntarios seguidores de Milk. Pero tenía OCHO colores, en lugar de los seis que tiene ahora. A continuación, les contamos qué significado le dio a cada uno:

ROSA = SEXUALIDAD

ROJO = VIDA

NARANJA = SALUD

AMARILLO = LUZ SOLAR

VERDE = NATURALEZA

TURQUESA = MAGIA

AZUL = SERENIDAD

VIOLETA = ESPIRITUALIDAD

En lo personal, yo veo un tanto antojadiza la simbología, pero tampoco vamos a hacer un pleito por eso. Lo importante es que la idea prendió en la gente y fue un éxito. Tanto que, cuando en noviembre de ese mismo año de 1978, Harvey Milk fue asesinado, los activistas lo despidieron con banderas del arco iris. 

Pero claro que la historia no terminó allí. Seguramente, más de uno se estará preguntando qué fue con los dos colores que faltan. Pues nada extraordinario. Como la idea ya era un éxito, para el Festival del Orgullo de 1979 se necesitaron cientos y cientos de banderas. Es decir que ya no podrían ser confeccionadas artesanalmente por Baker y sus amigos. Tuvieron que encargarlas a una fábrica de banderas y se dio el caso (extraño pero cierto al parecer) de que por ese entonces no se hacían banderas que incluyeran el color rosa y (según cuentan) era muy difícil conseguir ese pigmento. De modo que se decidió eliminar la sexualidad de nuestro símbolo. Pero si estos les parece extraño, esperen a saber qué fue del otro color que nos falta.

En el mes de junio del 79, los postes de luz de San Francisco fueron adornados con la bandera de siete colores. Pero como las colgaron de modo que las franjas quedaran en posición vertical, el color turquesa quedaba oculto por el mismo poste. De manera que, para el año siguiente (y todos los que vinieron después) eliminaron también la magia.

Menos mal que no prosperó la idea de seguir quitando colores.

Hoy podemos decir que los LGBT estamos vivos; a pesar de la aparición del sida seguimos teniendo salud; en la mayoría de los países del mundo todavía se nos permite ver la luz del sol; por más que muchos nos sigan mirando como engendros formamos parte de la naturaleza y, aunque siempre haya olas de homofobia que pretenden quitarnos la serenidad, nuestro espíritu se mantiene firme en la defensa de nuestro derecho a ser.

La Baker se nos fue hace poquito, a los 65 años apenas. Pero pocos como él podrán decir (esté donde esté): "Deber cumplido".

FELIZ DÍA DEL ORGULLO